Mensaje del 30 de abril de 2021

Ofrecimiento del Santo Rosario de Difuntos, tomado del Libro “DEVOCIONARIO EN FAVOR DE LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO”, del Padre ANTONIO DONADONI S.J., Pagina 113.

Una vez termina el Santo Rosario, se recibe el mensaje de la Santísima Virgen María

Durante el Rosario, como revelación y por el sufrimiento de las Almas del Purgatorio, se permite escribir al instrumento, lo siguiente: 

Almas Santas, Almas en Espera, Almas solitarias, Almas de Paso en la purificación, Almas fruto del Amor en la Misericordia, Almas por las que el Corazón de Jesús padece como nunca en otro tiempo. Almas necesitadas del Amor y los Ruegos, Almas pequeñas hechas prueba en la purificación, Almas que esperan por la oración de los vicos, que esperan por el transito doloroso de sus corazones a la luz, Almas de llanto, Almas de dolor.

Esperad Almas por los ruegos de los hijos del Señor, esperad en las flamantes llamas una gota de amor que apacigüe vuestra sed y que brote de la Misericordia del Padre por los ruegos de aquellos que aún no han sido llamados al juicio del Amor.

¡Oh Espera doliente, Oh espera seca, Oh Espera por el Amor de los Amores!

Ayudadnos, no dejéis de orar por nosotras, porque cada vez se aumenta la espera, la espera en el tiempo de la sequedad.

Orad, orad, orad, porque el fuego nos hace padecer. Ofreced vuestros sacrificios, porque seréis premiados solo por el Amor, el verdadero Amor, en la entrega, en la Humildad, en la Caridad, en el Servicio, en la Ofrenda de vuestros corazones al Señor. Orad.

Palabras en Lenguas….

Mi Ángel de la Guarda dice:

Despaciosos, necios, tardíos vuestros corazones, hombres del Amor, ¿Cuánta necesidad?, ¿Cuánto ardor en cada alma purgante?, ¿Cuánto flagelo y ansío por calmar la sed del dolor?, y, ¿De cuántos hombres se recibe el amor en la oración? ¡Oh! humanidad que padece por falta de Amor y Caridad. ¡Oh! humanidad llamada a la purificación por vuestros oídos sordos y vuestra negligencia. ¡Oh! Corazones tardíos, Amad, Amad ahora, que a la puerta se encuentra el llamado. Amad con verdadero Amor ahora, que a la puerta vuestra toca el Corazón de la Madre.

En cada alma llamada cada día, en el mundo entero se espera vuestro amor, más pasáis los días contando infinidad de muertes y con tantos corazones vacíos incapaces de elevar una plegaria por el dolor de aquellos que se presentan ante el Padre vacíos en sus corazones. Gran Padecimiento, Gran desamor, ¡Oh! Humanidad entera que estáis pidiendo alivio, calma, sanidad y paz, más vuestros esfuerzos son pocos y vacíos.

Esforzaos con mayor empeño, esforzaos con mayor sacrificio, porque en este tiempo se medirá también vuestra plegaria en la intercesión por vuestros hermanos y por todos aquellos que día a día son llamados al juicio del Amor.

La Madre Os hablara en lo profundo del corazón, una vez más como respuesta en la obra de este amor. Escuchadla y que se contraiga vuestro corazón.

La Santísima Virgen María dice:

Oh Mis pequeñas, ¡Oh! camináis por pequeños senderos en el servicio; esforzaos en este pequeño servicio de Amor con gran perseverancia, con mayor amor y con la mirada de vuestro corazón doblegada a la Mirada del Corazón de Mi Hijo en vosotras.

Gota a gota, como un rocío recae vuestra plegaria en el amor de las almas que purifican su corazón; es como un amanecer en el que se refresca por un instante su amarga sed, su profunda oscuridad, su gran espera, por un solo pensamiento de vuestro corazón por ellas.

Entendéis, ¿Cuántas están en la espera del Amor del Padre?, Entendéis segundo a segundo, ¿Cuántas son llamadas a la Presencia del Padre en el juicio de la vida?, no hijas Mías, son inmensidad incontable; por ello, necesitáis orar con mayor frecuencia, en cada una de vuestras oraciones de cada día.

Mirad Mi Corazón de Madre y pedidme por cada alma llamada en cada instante a la presencia del Padre, ofreced no solo vuestra oración, vuestros pensamientos en el Amor, vuestro servicio en vuestras pequeñas manos, ofreced, los sacrificios y el cansancio de cada día. Si Hijas, ofreced también vuestras tristezas, cuanto nazca de vuestro corazón en unión al Amor de Mi Hijo podéis ofrecerlo, es necesario, porque Os he dicho: “El mundo padece sin Amor”.

¿Cuántas almas creéis entonces que mueren sin verdadero amor en sus corazones?, ¿Cuántas creéis que están necesitadas de una plegaria por la salvación de sus corazones?, son las almas del Cuerpo de Mi Hijo, que esperan por vosotras en vuestros pequeños esfuerzos.

Yo Os digo hijas Mías como Madre, que no se agote vuestro esfuerzo, ni un solo instante, ni en el pensamiento, ni en la obra, no; debéis alimentar la reparación con toda vuestra vida, para aliviar el Corazón de Mi Hijo junto a Mi Corazón.

En el tiempo que parece tan corto, pero que duele tanto en la perdición de tantas almas, Yo acudo como Madre presurosa a vuestra suplica, multiplicad entonces vuestras intenciones, multiplicad en vuestro espíritu el anhelo en la oración, la dedicación y el amor, para ser ofrecidos en la restauración de tantos de Mis hijos que necesitan esos últimos instantes un consuelo, para invocar a Mi Hijo, para llamarlo, para pedir perdón; por ellos pido a vosotras como a tantos de Mis hijos, orad hijas Mías, orad, orad incansablemente. No Os agotéis en la oración.

Si pedís al Espíritu Santo esta llama de Amor de Mi Corazón en vosotros para no apagarse nunca y permanecer en vela juntos en oración, aún mientras estáis dormidos, entonces Yo Os lo daré, pedidlo con Amor, que vuestras vidas sean faros de luz con la llama flameante del Corazón de Mi Hijo latiendo por vuestros hermanos.

Es tiempo hijas, y cada vez lo será de mayor manera en el llamado de más y más y más almas, tened Mi Auxilio, Mi Compañía y Mi Amor. Alegrad Mi Corazón de Madre que tanto Os Ama y que Os Espera con Ansia en cada suplica.

Os Amo hijas, y Os Bendigo. Unid vuestros corazones en Espíritu, en Verdad, como en la Palabra de Mi Hijo, que Os quiere Santos, como el Padre del Cielo es Santo.

En Mi Amor de Madre, Os cubre Mi Manto y junto a Mi Esposo San José Os Bendigo. En el Nombre del Padre, En el Nombre del Hijo, y En el Nombre del Espíritu Santo. Amén.

Os dejo Mi Paz, recordad Mis Palabras en lo profundo de vuestro corazón. Os dejo Mi Paz.

MAMITA MARIA