Escribirás una vez más hija Mía, en el ámbar de la aurora, y dirás:
“El Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por el mismo Amor que se nos ha dado”, y replicarás niña de Mi Corazón, cuan desolado y triste permanece mi Corazón, en la espera de las almas, cuan abatido permanece igual el Corazón de los hombres, y, aun así, su conducta equivocada los aparta constantemente de Mi Amor.
¡Oh! Almas, que camináis vacías, sin rumbo, sin amor,
¡Oh! Almas, que despreciáis la vida y estáis errantes divagando por doquier en el lodazal del pecado,
¡Oh! Almas, que no esperáis la muerte como certeza, sino que creéis, que nunca llegará,
¡Oh! Almas, que estáis adormecidas, sin mediar vuestro alivio en lo profundo, sino dominadas en la mundanidad,
Os digo en esta aurora, cada tiempo es de prueba, más en cada prueba, existe el llamado; pues bien, Os digo:
El llamado está a la puerta, Os esta gritando desde lo profundo, para que conozcáis la Verdad de Mi Amor,
el llamado, es el grito para que Mi Amor sea recibido en vuestro corazón y vuestra alma despierte, y descanse en Mí,
El llamado es Mi Voz en el desierto, que Os quiere guiar al Manantial de Mi Amor, el llamado es Mi Corazón latente desbordado de Amor que Os proclama una Primavera Eterna; este llamado, que con urgencia se hace, una vez más para cada alma, porque vuestro tiempo en la tierra, si es temporal; más en la permanencia de Mi Amor, es Eterno en Plenitud y Gozo; por ello Os digo: es tiempo ahora, porque de vuestro presente se espera la llegada, más no del mañana imprevisto e incierto.
Os digo hijos, detened vuestro afán en el libertinaje del desamor, y atended el llamado del tiempo presente, porque las señales están presentes y vuestra ceguedad y necedad se acrecienta con mayor dolor para Mi Corazón.
Os digo hijos, cuánto Os mira Mi Corazón Amante. Mi Corazón Dolido, Mi Corazón de Amor, y vosotros estáticos, como piedras ante Mi Amor; cuán deseoso Mi Corazón de Amaros y vosotros inertes a Mi Voz, vuestro entendimiento cegado, estático, mudo, porque vuestros ojos están fijados en la inmundicia de la banalidad y vuestro corazón ansioso del mundo, olvidando Mi Amor; mientras tanto, Yo os digo: Os llegarán mayores pruebas, porque es necesario el desapego de las almas al mundo, y debéis librar verdaderas batallas en este tiempo de purificación, y se Os pedirá cuentas, porque cada prueba exige un llamado con respuesta y vuestro llamado es ahora, en el anuncio de un tiempo de dolor y desolación, un tiempo de prueba y de escasez, un tiempo de justicia y de amor en el sufrimiento.
Os digo hijos: Os Ama Mi Corazón de Hijo, Os Consuela Mi Corazón en el Espíritu y Os exhorta Mi Corazón en el Padre Eterno, Os digo, abandonad la carne que corroe vuestros cuerpos y Os inclina al pecado, y enmendad vuestra alma, con verdadero arrepentimiento y dolor, que Yo Os espero en el Sacramento y Os Purificaré como Blancos lirios para el Corazón de Mi Padre.
Venid hijos Míos que Os llega aún el llamado, venid que anochece y la noche es larga en el desierto, venid que Os Quiero en el Seno de Mi Corazón, como un Ruiseñor Os Espero, y una vez más Os proclamo: Venid Benditos de Mi Padre, porque estáis cansados y agobiados y Yo Os aliviaré. Os Amo, almas de Mi Corazón.
Permaneced en Mi Amor niña de Mi Corazón, aclamad Misericordia, y consolad Mi Corazón Dolido, junto al Corazón de Mi Madre, que Os espera cada día, junto a Mi Propio Corazón. Os dejo en la Paz de Mi Amor. 6:00 am