Mensaje del 30 de marzo de 2024. 2:43 am

Siendo las 2:43 am, el Señor me ha llamado una vez más y me ha dicho, te postrarás ahora en el Sepulcro de Mi Amor, y escribirás en esta aurora:

Que es el Grito del Dolor Profundo de la Humanidad, porque es el Grito de la Desolación, más es también el Grito de la Victoria, y Yo te diré hija Mía, niña de Mi Corazón, que, en el aposento del firmamento, es el Grito de la Misericordia; por ello, Mi Corazón rebosa de Amor, en la plenitud de la Misericordia de Mi Padre, que se hace Vida, Amor y Gracia en la Perpetuidad de Mi Corazón de Hijo y en la Plenitud que es Gracia Eterna en el Espíritu Santo.

Por ello, este Grito, que sacia el Corazón de los hombres, es desde la Eternidad, la Fuente de Misericordia que en la Profundidad del Amor se sumerge en el lodazal del pecado, para resurgir en la Victoria de la Resurrección, y es allí, donde Mi Amante Corazón sigue colmándose en la espera de cada alma.

Por ello, Mi Corazón Grita y resurge para cada alma, en el bello resplandor de Mi Misericordia; es entonces la Misericordia hecha Carne para las almas, en el reposo de sus corazones adoloridos en el Mío, y en el consuelo del Corazón de Mi Madre, que es Misericordia conmigo por la Unidad del Amor que en Sus Entrañas de Madre acompaña este grito con Su Inmaculado Corazón, traspasado en el Dolor.

Pues bien, en Ella, se traspasa la Misericordia en el regocijo de cada alma que se sumerge en el Sepulcro para renacer conmigo en la restauración de su propio corazón, resucitando el palpitar de un latido muerto que por no conocer el Amor, es restablecido en Mi Dolor, y transformado en fuente, para recibir la Gracia que alimenta el alma que que como Faro, es Luz para guiar, amar y servir como verdad.

Por ello, en esta aurora en la que se desborda la Justicia Divina, renace en la justicia esta Misericordia del Padre, que restaura cualquier criatura en Mi Amor y que alimenta el Corazón desolado como un polluelo que empieza a salir de su cascaron para vivir; es allí, en el Milagro del Amor, en el que la vida resurge para cada alma, en medio de la Misericordia de Mi Amor.

Os digo humanidad ingrata, cuan apacible Mi Amor con vosotros, por vosotros y en vosotros, más vuestro corazón empecinado en la soledad y el destierro, quiere mantenerse sordo al Silencio de Mi Amor, que es Grito de Misericordia para vuestras almas.

¡Oh! humanidad desafiante, que en el restablecimiento del Amor Os quiere sumergir  junto a Mi Corazón en el Dolor y rechazáis la fuente, porque Os negáis al Sacrificio.

¡Oh! humanidad soberbia, que Os reveláis en contra del amor, haciendo alarde del mal en vuestra ceguedad, sordera y desobediencia, arriesgando la eternidad de vuestra alma y negando el Amor de Dios en vuestros corazones.

¡Oh! humanidad indolente que no Ama y no quiere Amar, más permanece en la iniquidad del pecado, desterrando el amor.

¡Oh! humanidad indiferente, Os anuncio con Amor y Dolor insondable, una vez más, este Grito de Amor; el Amor Os llama, atended al llamado, mirad que llega la Resurrección del Amor, para daros Vida Eterna, y mientras permanecéis dormidos, se escudriña el alma, más el cuerpo inerte no escucha y con el cuerpo muchas almas adormecen; entonces, llegará el crujir de dientes y allí, Mi Corazón ya no podrá rescataros.

¡Oh! humanidad solitaria, Os estáis negando al Amor, y Mi Corazón Os sigue llamando, porque el tiempo ya no es tiempo y el latir de cada alma esta fijado en el Corazón de Mi Padre, más solo en la Misericordia renace para la Vida Eterna; entonces, atended en el sepulcro de vuestros corazones, el llamado urgente de Mi Amor en vosotros.

Es Mi Corazón Victorioso que Os llama y Os dice esta hora,” Mirad al que Traspasaron, ha sido el Milagro Patente, que en la Fuente de la Misericordia se ha posado para la Salvación de las almas”.

Os digo hija Mía, sed valiente y perseverante, y mantened firme vuestro corazón junto a Mi Madre, en la compañía de Mi Propio Corazón. 3:50 am

Nota: la Postración antes de escribir la moción, duro alrededor de veinte minutos, hasta escuchar el llamado replicando: “Escribirás ahora hija Mía, para Mi Corazón.