En esta aurora de amor, escribirás una vez más hija Mía, en un grito de Amor Perpetuo, que brota de Mi Corazón Amante a toda la humanidad, diciendo:
A donde has llegado ¡Oh tierra entera!, que te has sumido en el abismo del destierro, despojando las peores aberraciones del mal y haciéndolas parte de vuestro respirar, contaminando con tanta perplejidad vuestro corazón y esclavizando vuestros pensamientos y actos, como cloacas de pecado.
A donde has llegado humanidad perversa, que estáis cayendo lentamente en la profundidad del horror en el destierro, y vuestro corazón se ha opacado con el lodazal del pecado, sin reconocer vuestra culpa y sin vislumbrar la condición de condena sobre la que se está exponiendo vuestro existir.
¡Oh humanidad doliente!, que carga con el peso de la iniquidad y se doblega al placer del mundo, en la complacencia de cualquier vana pasión. ¡Oh humanidad sorda!, que se niega a escuchar la suplica del Amor de Mi Padre, que Os llama a la obediencia, al arrepentimiento, y la entrega, y que aún no reconoce que Mi Corazón de Amor, clama en el desierto, en busca de corazones amantes, y con mucho dolor, se perpleja en el silencio y la soledad, porque las almas bajo su propia voluntad quieren permanecer en el destierro.
¡Oh Corazones sordos a Mi Amor!, que pasáis de largo posados en la escucha del mundo, haciendo alarde en la concupiscencia de la carne, distraídos en sus mentes, aletargados en sus pensamientos, aturdidos en el corazón.
¡Oh humanidad enceguecida, que no quiere mirar la vida eterna, sino que camina embrutecida, mirando constantemente el infierno en la tierra, con la esclavitud del consumo del pecado, que de manera profunda va carcomiendo el alma y Os hace “Títeres del Mal”; ¡Oh cuanta nefasta ceguedad!, en la propia voluntad del hombre, que cierra sus oídos a Dios Padre, y los abre en plenitud de apertura, ante todas las fuerzas del mal; cuan dominados permanecen vuestros sentidos, tan perceptibles a tantos y tan variados venenos, con los que vuestra alma se alimenta, aletargando vuestro corazón al Verdadero Amor y haciéndoos retardar en entender, en pensar y actuar.
¡Oh Humanidad estática!, que no camina al encuentro de Mi Amor, sino que se ha sometido a la inmovilidad del ser, permaneciendo como maquinas dominadas por el mal, haciendo alarde de una vida de mentiras, dominada por el egoísmo, la envidia, la avaricia, el odio, en sí, la maldad, en las peores expresiones de desfachatez, y que, sin vergüenza alguna, Os hace vivir de manera irracional y perversa.
¡Oh humanidad dolorosa!, que camináis clavando espinas a Mi Corazón Amoroso, y desangráis Mi Amor con vuestra desobediencia y desamor. ¿Hasta cuándo, permanecerá inerte vuestro corazón?, ¿Hasta cuándo?
Os digo entonces ¡Oh almas!, estáis atadas a la esclavitud del mundo, en la obra que el mal ha germinado en la tierra; más vuestra voluntad sometida a Satanás, es parte de vuestro propio querer, en la rebeldía, que, como hijos, se revela en contra de Mi Padre; y esta rebeldía, dominada por la Soberbia, carcome vuestra alma y os engaña, Os nubla, Os domina; por ello, Mi Corazón os sigue llamando, en un constante mirar de la Cruz, para haceros libres de esta sumisión de dolor, que Os ha esclavizado en el pecado, y que permanece tan latente en vuestras almas, como vuestro propio respirar.
Mi Corazón os mira con profundo dolor y desolación, y Mi Corazón Os espera con Anhelo profundo de Amor; más este grito de Amor, para el cual cerráis vuestros oídos, Os esta llamando desde lo más profundo de vuestros corazones; más permanecéis tan sordos al Amor, que Mi Voz se ignora en vuestros desiertos.
Os digo hijos, Mi alma tiene sed de Amor, y vosotros no queréis darme vuestro amor, en cambio, vuestra alma tiene sed de amor, y mientras Yo anhelo daros Mi Amor, vosotros rechazáis Mi Corazón, y entonces, permanecéis vacíos, solos, acongojados, sin amor.
Os digo ahora, mirad Mi Amor, que es “Cruz de Entrega Perpetua” para vuestras almas
Mirad Mi Amor, que es Victoria sobre la muerte y el pecado,
Mirad Mi Dolor, que es Redención de Amor para vosotros,
Mirad entonces Mi Querer, que es vuestra propia alma de regreso en Mis Brazos Mirad hijos, Mi Corazón Traspasado y Mi Cuerpo llagado, que es el destierro de la esclavitud del pecado, y la fuente en la resurrección de vuestro corazón.
Os digo hijos, mirad vuestro sin sentido, y dejaos saciar por Mi Amor Perfecto, que perpetuara vuestra alma en la Eternidad del Verdadero Amor.
Os Amo y Os Espero ¡Oh Almas!, Os anhela Mi Corazón, escuchad ahora que estáis respirando, porque es tiempo de prueba y vuestro corazón late en medio del destierro, escuchad ahora, que estáis en prueba, no sea que la tribulación Os perturbe de improviso, y vuestro respirar se detenga sin expiar y enmendar vuestras cuentas ante el juez.
Sed paciente hija Mía, obediente al Amor, permaneced en vela y acompaña junto a Mi Madre, Mi Corazón. Os Amo, y os dejo en la Paz de Mi Amor, haced méritos cada día, con vuestra plegaria y oración. 5:37 am