En el Alba de esta Aurora naciente, una vez más Mi Corazón Adolorido te llama, niña de Mi Corazón, para confiarte Mi Dolor Profundo por la desolación de los hombres en su propio ser, en su interior.
Mi Corazón espera paciente y amorosamente por cada alma; más el corazón de los hombres esta ensoberbecido, sublevado; soberbio ante Dios mismo y ante su propia condición humana, renegando incluso de su propia creación, expectantes a la sobrenaturalidad del espectáculo en su propia degradación y en la malformación de su condición humana, hasta el punto, que la misma creación en la naturaleza, se avergüenza de servirles.
¡Oh! cuanta frialdad, cuantos témpanos de hielo en los corazones de muchos de Mis Hijos, que devastados en la indiferencia se fraccionan en si mismos, porque no quieren reconocer su propia degradación y en la malformación de su condición humana, hasta el punto, que la misma creación en la naturaleza, se avergüenza de servirles.
¡Oh! cuanta frialdad, cantos témpanos de hielo en los corazones de muchos de Mis Hijos, que devastados en la indiferencia, se fraccionan en Si mismos, porque no quieren reconocer su propia carne, se han construido dioses paganos en si mismos, deformando su condición de hijos.
¡Oh! cuan adolorido permanece mi corazón, por cada alma vacía en amor, que se consume en la soledad de sus pasiones y en la perversión de sus mentes; ¡Oh!, cuan innumerables desdenes e improperios a Mi Padre Eterno, que en Su Divinidad Os dió plenitud para ser fieles, agradecidos y bondadosos desde el corazón; más las almas, en su desagradecimiento, están caminando hacia un abismo sin retorno, que destierra al hombre a la condenación eterna, por revelarse en contra de la Verdad, que Soy Yo mismo.
¡Oh! humanidad agonizante, cuanto Os llama Mi Corazón y permanecéis sordos al Amor, mudos a la Gracia, inertes a la Verdad; estáis desatando vuestros sentidos en la irracionalidad del mal, y Os estáis consumiendo en un lodazal de pecado, mentira y vanidad, revolcando vuestros deseos e instintos perversos en la plenitud del mal; estáis postrados al enemigo permitiéndoos vivir en medio de vuestros propios deseos desbordados en el reino del enemigo en la tierra.
¡Oh! humanidad insurgente, que quiere gozarse en el placer de si mismos, sin importar arrastrar con la pureza de vuestros hermanos, estáis posados en medio de aguas nauseabundas, encharcados en la podredumbre del pecado; mientras Mi Corazón Os llama y vuestros oídos permanecen sordos, mientras Mi Corazón Os mira y vuestros ojos extasiados en inmoralidad y perversión, permanecen vendados; mientras Mi Amor Os espera y vuestros corazones están perdidos en el sin sentido de vuestra búsqueda errada del Amor.
¡Oh! Hijos Míos, cuanto Me duele su condición de olvido y de rechazo a Mi Amor, y cuan insondable Mi Corazón Traspasado, en la espera de vuestra respuesta de Amor. Os digo hijos, parad, deteneos ahora, estáis negando el Amor de la vida eterna con vuestra soberbia, estáis jugando peligrosamente, llamando el destierro eterno de manera insistente, y el fuego de la destrucción Os está invadiendo.
Os llamo con Verdadero Amor, al Redil, fijaos en vuestro dolor de amor y venid a la Fuente del Amor, que Soy Yo Mismo; Os digo hijos, venid a Mi Corazón, cerrad vuestros ojos al mundo y mirad Mi Corazón Sangrante por vuestro Amor, tapad vuestros oídos al mundo y escuchad Mi Voz de Amor, que Os llama y espera por vosotros; Os lo digo con Amor de Cruz, Amor de Salvación, Amor Redentor, que en la Eternidad Os espera.
Os digo hijos Míos, venid a Mi Corazón, tan solo aceptad Mi Corazón en el vuestro y proclamad un Si de Amor, necesitado ante mi Propio Amor, y Yo Os Aliviaré, y Os cobijaré Eternamente; Oh hijos Míos, hacedlo sin tardanza, porque el tiempo ya no es tiempo y la hora esta próxima en el encuentro.
Si pudieses comprender Mi Amor Tierra Entera, estaríais extasiada de gozo, y entonces, Mi Corazón saciado de vuestro amor; pues bien, Os llamo al Orden Hijos Míos, Os llamo al restablecimiento de la Verdad en vosotros, Os llamo al Amor.
Hijita Mía, niña de Mi Corazón, manteneos fiel en el Amor, en la adversidad y en el dolor, sed perseverante en el encuentro y consuela el corazón de Mi Madre “Bella María”, que permanece junto a ti, consolando Mi Corazón. Os dejo en la Paz de Mi Amor, en la Paz de Mi Único y Verdadero Amor. 5:16 am