Mensaje del 19 de septiembre de 2022 – 6:45 pm – Santísimo

Niña de mi Corazón, adolorido y sufriente me habéis visto, aun llagado, sangrante, agonizante, habéis visto, como las tinieblas opacaron la tierra, más solo la luz de la Cruz sostenía la creación, era el verdadero standarte posado entre la tierra y el cielo en defensa de vuestros almas; más los corazones de muchos, incluso presentes, lo vieron y no lo entendieron, lo escucharon y no lo entendieron, y así, como lo veis ahora, permanecen inertes a la Voz, a la Luz, al Amor; cuánto duele Mi Corazón; más la Espada del Corazón de Mi Madre, se une en Dolor a Mi Amor y forma el mismo Dolor en la Agonía de Mi Cruz, y este sufrimiento se repite en Ella “La Madre Dolorosa”, en cada maltrato, irreverencia, indiferencia, ultraje, sacrilegio, de la Santa Eucaristía, es el Dolor encarnecido en los Huesos y la Sangre Viva que se penetra por cada herida y vuelve a irrigar como un Torrente por el que no cabe ya mas Amor; más la copa que se rebosa, se desborda y se mantienen viva, aún palpita en la espera de los hombres que en verdad quieren Amarla, Beberla, Acogerla, Os digo a todos Mis hijos, vuestros descuidos en la Presencia del Amor, son mirados con justicia por ser Mi Corazón el Sol viviente de la Redención.

Mirad y esforzaos por ver la “Copa de la Salvación”,

el “Cáliz de la Eterna Alianza”,

“El Arca” que Os llevara a la vida eterna;

Mirad ahora Mi Corazón desnudo ante vosotros,

Lleno de Sangre, Heridas y Dolor,

Mirad ahora, que la fuente se desborda de Amor

Y Os mantenéis inertes,

Si tan solo me Amarais.

Cuanto contemplaríais Mi Presencia.

Pues Os llamo y Os digo: “Dichosos los que creéis sin haber visto, los que amáis sin haberos sentido amados, los que escucháis y obedecéis sin tener oídos para la Divinidad”, ¡Oh Hijos Míos!, que estáis como marionetas y obráis por mandatos del mundo, no por la Palabra que es Vida, ni por la proclamación del Amor que Soy Yo mismo; estáis caminando en el letargo de vuestras propias mentes, bajo el dominio del mal, y estáis cayendo en la trampa del enemigo, cediendo en vuestra alma, a la permisión de lo que es banal, turbio, confuso, sucio, mal oliente; estáis sumergidos más en el pecado, por vuestra complacencia en el relativismo de todas las cosas; mirad que Mi Corazón se estremece junto al Corazón de Mi Madre y Mi Corazón sufre en la Trinidad Santa por Su Dolor de Madre, obrad hijos ahora, quizá si esperáis a mañana, no sea suficiente, porque los días se reducen y el tiempo, vuestro tiempo se limita a la Voluntad de Mi Padre Celestial.

Os Amo, niña de Mi Corazón, Os dejo en la Paz de Mi Amor. Os Amo 7:05 pm