Mensaje del 16 de Junio de 2016. 3:34 am

En la Aurora del Amor, hora del Dolor para el Amor de los Amores, se regocija el Cielo por la Obra del Cordero, a quien toda rodilla se doble en el Cielo y en la Tierra, Escuchadle.

Hijita de Mi Corazón, con Amor respondes al llamado del Amor y te ofreces a Mi Corazón en cuerpo y alma, Yo te digo hijita Mía, en oración invoca siempre Mi Espíritu Santo, para que te asista en cada prueba del Amor; debéis mantener la Confianza en Mi Corazón, la fortaleza del alma para soportar el dolor y la fe incandescente de llamas de Amor por Mi.

Tu corazón es frágil y dócil, pero ha sido llamado para la dura prueba de la reparación, y las perturbaciones del enemigo se mantendrán para la obra reparadora; tu caminar está en Mis designios y por ello, los deseos de Mi Padre Yo los Obro desde Mi Corazón para ti, en esta Aurora una vez más niña Mía, se enfrenta la sombra del mal en tu puerta, pero Mi Custodia no permite su paso, porque el dolor en tu cuerpo sopesa la tormenta que el enemigo busca; debéis ser fuerte hijita y ofrecedme con todo tu corazón cada una de las pruebas que te son permitidas; nada hijita se repara sin sacrificio y Dolor y tú has sido escogida en este valle de lágrimas para orar por todos los hombres de la tierra; sed lámpara de esperanza en cada gesto, para que en tu entrega se obre por intercesión de Mi Propio Corazón y de Mi Adorada Madre, la conversión de muchas almas; ofrecedme con Amor las inquietudes de tu corazón y los dolores del cuerpo y el alma, para que en bendición alcancen tantos corazones que a diario pones en Mi Altar; sed propicia en la entrega de cada Eucaristía hijita, para que la obra se multiplique cada vez que Mi Cuerpo sea consagrado en el mundo entero por segundos y segundos en cada conmemoración Eucarística; unid vuestro espíritu y corazón en Amor por cada consagración día tras día, Mi Corazón hijita está atento al tuyo en la unión del Amor por el para el Único y Verdadero Amor.

Acompañadme hijita una vez más, en la oración de intercesión a San Miguel Arcángel y a Mi Madre Tierna y Dolorosa que guían la batalla contra el príncipe de las tinieblas y con ellos todo el ejercito del cielo se postra ante el Cordero del Amor; elevad niña Mía, la plegaria de las Rosas del Amor y por cada una de ellas Mi Sangre brotará para la reparación de un alma; unid vuestra suplica a Mi Corazón.