Mensaje del 15 de Junio de 2016. 3:23 am

Proclamad la grandeza del Señor, Aclamadlo con vítores, Adoradlo, porque ha enviado a su Hijo por su salvación, Rey de Reyes y Señor de Señores, rendidle Honor, porque es el Hijo quien te habla:

Hijita de Mi Corazón, gracias por responder al llamado del amor, hoy quiero hablarte una vez más de la necesidad de la oración que tienen Mis Hijos Sacerdotes; así como de la tibieza de todos aquellos que dicen llamarse católicos; Mi Iglesia hijita, está gritando vuestra ausencia del Corazón; muchos estáis como estatuas, fríos e inmóviles ante Mi Amor; son  como rocas muertas que no quieren revivir, se han acostumbrado a vivir sin fe hijita; son muy pocos, quienes verdaderamente honran Mi Presencia, respetan Mis templos, adoran Mi Sagrario y Me acompañan con entrega y amor; inclusive así son también muchos de Mis hijos sacerdotes.

Debes orar Mi niña, con mucho amor y sacrificio por ellos; los he dejado en la tierra, como guías de Mi Rebaño y son tantos los que sucumben ante el pecado y la falta de fe. Mi Iglesia hijita, está atravesando por un desierto; es decir, que quiero contar con las almas entregadas, amorosas y abandonadas a Mi Amor y prefiero no hacerlo hijita, porque ¿Para qué?, si ya con solo mirarla se Me enmudece el Corazón. Debéis orar con mucho amor todos los hombres de buena voluntad, por el amor y la protección de Mi Iglesia, y de Mis Siervos Sacerdotes; ellos son probados hasta el fuego, como vosotros, pero se les exige más, porque han sido entregados y consagrados a Mi Amor, por voluntad propia y por la Gracia de Mi Padre Celestial.

No desfallezcan en la súplica del Amor, por la obediencia de MI Pueblo Sacerdotal, no desfallezcan en la súplica por la Santidad de Mis Siervos; orad Mi niña, para que la viña sea llena del Espíritu Santo, favor de la rectitud y la fidelidad al Amor de la Santísima Trinidad, en la Adoración al Amor de los Amores, desde la Cruz hasta la Resurrección, en la Adoración, Cuidado y Respeto con Mi Cuerpo Sacrosanto, Puro, Enardecido de Amor, entregado por vosotros y dispuesto para vuestra Salvación.

Orad hijita, por la obediencia en el ejemplo, y por la veneración a Mi Adorada y Tierna Madre, desde la Encarnación, hasta Su Coronación como Reina y Señora del Universo.

Hijita Mía, el enemigo ataca con todas sus fuerzas la fe, la tradición del amor y el cumplimiento de la Ley Divina; su tarea se ha centrado en la profanación, la desobediencia, la falta de fe, se ha infiltrado hasta lo más profundo de Mi Iglesia y sigue desatando castigo para ella, por la tibieza de muchos y por la ausencia de amor en Mis Siervos y en todos aquellos que caminan como ciegos sin valorar verdaderamente el Tesoro que Os he dejado en el mundo; debéis hacer también sacrificios por la iglesia y ofrecer vuestros dolores por ella, porque allí está Mi Cuerpo Místico, y Mi Corazón sufre cada uno de sus dolores por tanto desamor. Si vosotros supierais, cuan valioso es este Tesoro, ni siquiera se separarían un instante de Él, ni siquiera concebirían ni un segundo alejarse o atentar contra el templo y el Corazón de Su Rey y Señor.

Cuan necios y sordos, cuan ciegos y tercos sois, hombres de poca fe, que veréis la grandeza del Hijo del Hombre, bajar desde el cielo para reprenderlos.

Sed diligente niña Mía en la oración, y promulgad Mis Plegarias para que muchos puedan ser tocados con Amor para la Obra del Amor antes de la Purificación.

Acompañadme ahora hijita, una vez más en el Rosario del Amor, Mi Madre Os Espera en la Compañía de Mi Corazón. 3:51 am