Escribirás una vez más hija Mía, en el Alba de la Aurora de un nuevo día en tu corazón, y dirás:
“Cuan Bello Amanecer que te evoca Dios Mío, y que me deja sentir al Aroma sutil del Amor, que hace palpitar mi corazón y se estremece desde lo profundo, anhelándote y suspirando por Tu Corazón Oh Mi Señor”
Y Yo te diré hija Mía, como un Poema de Amor que suspira en tu corazón, como por cada hijo en la tierra:
Oh cuan Amantes Almas de las que quiero vuestro Amor, para enjugaros en el Manjar de Amor que es Vida en Mi Padre, y plenitud de gozo en el caminar.
Oh Almas dolientes que no encontráis reposo y sois débiles ante el dolor, queriendo despojar el sufrimiento de vuestro corazón, caminando sin rumbo y ocultando vuestro rostro al verdadero Amor, que Soy Yo mismo.
Oh Almas solitarias que permanecéis vacías desbordadas en la confusión de vuestro corazón, y que Os dejáis guiar por el mundo en rumbos inesperados de desamor y desesperación, y que acrecentáis vuestra soledad por dejaros dominar en las banalidades que Os ofrece el mundo.
Oh Almas suplicantes, que equivocadamente clamáis por riquezas materiales efímeros deseos que Os apartan de Mi Amor.
Oh Almas también infieles, que miráis vuestra condición de hombres, y aún sin exploraros dentro, queréis exigir a Mi Padre, la complacencia de vuestros quereres.
Oh Almas que gritáis y llamáis a la puerta sin amor, sin arrepentimiento, sin justicia, sin misericordia.
Oh Almas que camináis enfermas con el lastre del pecado a vuestros pies, y aun así permanecéis renegando, hiriendo y agrediendo vuestro propio corazón con el destierro del Amor, sin comprender el sentido mismo del sacrificio ofrecido por Amor.
Oh Almas que me llamáis con insistencia para reprochar los dolores que padecéis y no sois capaces de ofrecer vuestro dolor por Amor a Mi Corazón.
Oh Almas, Almas de Mi Corazón, por quienes Suspiro y Espero, por las que MI Corazón arde de Amor y se sumerge en soledad.
Oh Almas que Amo, por las que Os quiero caminar en servicio como un Mendigo del Amor que Os mira con la Esperanza de teneros en Mis Brazos para entrañablemente recibiros en Mi Corazón.
Oh Almas a quienes Mi Corazón sigue llamando, en lo profundo del desierto, escuchando el Eco de Mi Voz y el susurro débil de un Alma Moribunda que necesita de Mi Amor.
Oh Almas de las que quiero vuestro grito de Amor replicando en el silencio:
“Sálvame Oh Padre Amado, heme aquí que esta tu hijo necesitado de Tu Amor. Ven a mi encuentro y restáurame que estoy vacío y mi Corazón muere de amor sin Ti, Oh hijo Amado del Padre, Oh Mi Jesús Amante, Te necesito, Ven y Consuela mi corazón”
Os digo Oh Almas, Mi Corazón Os llamará Eternamente y se mantendrá en la Espera de vuestros pequeños y heridos corazones, por ello Os digo: Velad conmigo, porque no conocéis la hora del Encuentro, más Yo Os digo, el llamado esta a la puerta, atended Mi Corazón con prontitud en el silencio.
Hija Mía, Orad, Orad y Orad, con Amor suplicante en la verdad, despojada del horror del mundo, y doblegad cada día vuestro corazón al Amor de Mi Madre, que permanece anhelante de Almas junto a Mi Corazón. Os Amo y Os dejo en la Paz de Mi Amor. 4:48 am