Mensaje del 19 de marzo de 2025. 4:42 am

Escribirás Hija Mía, escribirás para Mi Corazón Adolorido, en un llamado permanente de Amor, que late en lo profundo del Universo, y que Os anuncia el Encuentro; pues bien. Yo Os digo, hijos Míos Amados de Mi Corazón; cuan despojados debéis permanecer en Mi Amor, cuan confiados de la Providencia y la Justicia del Amor, porque habéis entrado en la fuerza de una autodestrucción inconcebible, en la que la tierra se estremece en un grito de justicia, que como una Avalancha se desborda, llevando consigo todo a su paso.

Una autodestrucción moral que Os consume en la aberración del pecado y que Os lleva como lobos al matadero.

Una autodestrucción del amor que Os consume y Os aletarga, Os enmudece y Os deja vacíos, solos, inconstantes, y bruscamente heridos.

Estáis posados en una autodestrucción de la Obediencia misma, porque estáis soberbios ante Mi Amor, y en Mi Amor, ante el Amor de Mi Padre vuestro Creador, estáis forjando una autodestrucción de la Creación, en la imitación misma del Ser, que Os deshumaniza, y que permea en la maldad, para haceros calculadores e insensibles.

Una autodestrucción, que Os llevará al abismo de vuestras propias almas.

¡Oh! hijos Míos, estáis posados en el consumismo del mal, el consumismo de la materia, el consumismo del embrutecimiento, el consumismo de la banalidad, en una autodestrucción del amor mismo por vosotros mismos, porque Os dejáis arrastrar por el tener, el poder, el gusto, y la complacencia; cuánto desmoronar del Ser en vuestro sentido de vida o criaturas inconscientes que aletargáis el encuentro dejándoos llevar por la maldad y la fuerza del enemigo en vuestras debilidades.

¡Oh! humanidad doliente, que padece y no comprende el padecimiento que Os espera, y que ha herido vuestras almas.

¡Oh! tierra del amor de la creación, que te sublevas en la justicia y preguntas: ¿Hasta Cuándo?

¡Oh! hijos de Mi Amor, que habéis posado vuestra mirada ya en el dolor y aún no lo reconocéis, generación perversa que quiere pisotear el nombre de Dios, y que blasfema contra el Amor.

Os digo y replico: Estáis posados en la autodestrucción de la humildad con vuestra supremacía y orgullo, desafiando vuestra condición humana y desatando el caos en vosotros mismos, siendo manipulados por el mal y postergados al destierro,  deshojando vuestros propios frutos para ser otorgados a la perversión de la mente, los placeres, la concupiscencia de los ojos y de la carne, la pereza y desidia,  abandonados a las complacencias del enemigo en la revelación de satanás que Os somete y Os domina.

¡Oh! Hijos Míos, cuánto Dolor en Mi Corazón de Hijo, Os miro con Profundo Dolor y Os sigo llamando, en la espera de vuestros corazones, porque vuestro amor propio está opacado, despojado de verdaderos actos de amor, y estáis sumidos en una autodestrucción provocada, sobre la cual camináis sin rumbo como manada, dejándoos llevar en la influencia del mal.

Cuán pocos corazones permanecen en la verdad, cuan pocos corazones quieren Amarme y restaurar Mi Corazón, cuan pocos queréis donaros a Mi Amor en el Sacrificio por las almas; por ello Os digo: Hijos de Mi Amor, vuestra voluntad se posa en la autodestrucción del mismo amor y mientras camináis en ella, Mi Corazón de Dolor se consume y sigue clamando junto a Mi Madre: “Misericordia Oh Padre, por Tu Bondad”, mirad que el Sacrificio permanece y la Cruz se levanta en la Redención de las almas; más Os digo hijos, no conocéis la Mano de Justicia de Mi Padre, y no comprendéis los designios de Su Amor; por tanto Os digo: Os mantenéis en la autodestrucción del Amor Propio, del dominio de vuestras propias pasiones y del obrar, porque habéis dado permiso al enemigo de vivir en vosotros, obrando en la individualidad, el egoísmo, la intolerancia, la venganza, la envidia, el odio, la destrucción misma.

Estáis llamando una autodestrucción inconcebible, que Os mantiene ciegos, sordos y mudos ante la ocurrencia del mal.

¡Oh! hijos de Mi Corazón, que traspasáis la lanza del costado con vuestros actos y Os dejáis gobernar por el maligno, mirad, despojaos, porque la muerte permanece en el pecado mismo y estáis caminando como títeres del mal en la muerte de vuestras almas hacia vuestro propio destierro.  

Os digo una vez más, mirad que el Cordero este herido y llama, mirad que la Gloria Os Espera, mirad que la tierra prometida Os espera, mirad hijos Míos que Mi Amor sufre por vosotros y Os quiere a todos en Mi Rebaño de Amor.

Mi Corazón Os mira y Os anuncia la Tormenta, más Mi Corazón Os llama y Os anuncia el Consuelo de un corazón arrepentido, y la Brisa Suave de Mi Amor recibiendo su entrega y su amor.

Venid pequeños de Mi Amor, que Os sigue anhelando Mi Corazón, venid en la prontitud del Amor, reconciliaos con Amor profundo que Mi Corazón Os alberga en la Esperanza del Amor Verdadero, en el llamado del Padre y en la suplica del Corazón de Mi Madre. Venid que Os quiero en Mi Amor.

Hija Mía, niña de Mi Corazón, orad, reparad y amad, consolad el Corazón de Mi Madre junto al Mío, y ofreced vuestro pequeño amor por los Dolores de Mi Corazón, de la mano de Mi Madre y en la Paz de Mi Amor. 5:26 am