Escribirás una vez más niña de Mi Corazón, en esta aurora de Amor, y replicaras en la profundidad del Amor las palabras que de Mi Corazón brotan para Mis hijos.
Escribirás acompañando Mi Soledad y contemplando el Silencio de Mi Amor que late fuertemente en tu corazón de niña; pues bien, Mi Corazón esta triste por la mirada dolorosa de una humanidad aletargada, distraída, porque camináis sin rumbos de amor y permanecéis distantes del verdadero encuentro de vuestros corazones con Mi Amor; estáis posados en un estado de búsqueda sin esperanza, únicamente atentos a momentos de frágil y contaminada complacencia; más vuestros corazones permanecen vacíos.
Estáis todos en un estancamiento frente al Espíritu, porque habéis dejado de lado el alimento que da vida y Os sostiene, y Os estáis alimentando de las banalidades del mundo.
Oh hijos Míos, estáis poniendo vuestras esperanzas y anhelos en todo aquello que no perdura, sino que al contrario se pierde, es vacío y no Os sacia; estáis tan ocupados en la materia, tan entregados a los sueños vagos; permanecéis como ovejas sin pastor, que en medio de lobos parecéis indefensos, más vuestros corazones se dejan arrastrar desmedidamente por el sin sentido en que Os ha envuelto el mundo.
Oh hijos Míos, estáis desperdiciando vuestro tiempo, y vuestro trabajo por la vida eterna, pareciese detenido, porque no queréis doblegar vuestra voluntad a Mi Amor; por ello, Mi Corazón de Hijo Os llama a la profundidad del Encuentro, en donde Mi Corazón que grita en vuestro desierto y que quiere vuestra atención para restaurar vuestro propio corazón.
Os miro con dolor y os sigo anhelando, mientras permanecéis sumergidos en vuestras pasiones, tan alejados de Mi Amor. Os miro y espero, mientras Mi Corazón llora y Os llama; más vosotros acrecentáis vuestra sordera y Os negáis y la Escucha de Mi Palabra y al Amor.
Os digo hijos, callad, y dejad que Mi Corazón Os gobierne por el Amor, con el Amor y en el Amor, dejaos transformar entregando vuestra voluntad a Mi Corazón; dejaos reconstruir con Mi Amor y despojad de vuestros corazones los anhelos efímeros que alimentan vuestro diario vivir, miraos adentro, en lo íntimo de vuestra alma y aprended a reconocer que estáis vacíos sin Mi Amor.
Yo Os espero en el Alba de la Aurora, en un nuevo amanecer, que se dona en un nuevo comienzo de Amor, y que Os forjará en la Verdad que Soy Yo mismo, preparando el camino del encuentro con Mi Padre, Oh hijos Míos, dejad que Mi Corazón replique sus latidos en el vuestro y que Mi Amor Os transforme el alma en imagen y semejanza de Mi Propio Amor, dejaos saciar de Mi Amor, dejaos Amar.
Os digo hija Mía, orad, perseverad y manteneos firme, porque la prueba es latente y permanente y Mi Corazón siempre te espera junto al Corazón de Mi Madre. Os dejo en la Paz de Mi Amor, en la Paz de Mi Corazón. 5:16 am