Escribe hijita Mía, ésta luz de Amor, que estoy irradiando y entregando a tus manos hoy, será irradiada en el Amor de Mi Corazón hacia los brazos de Mi Madre, cuando entregues Mis Plegarias a Su Inmaculado Corazón; porque en estas plegarias, se refleja el Amor de Mi Sagrado Corazón por la humanidad, y en ellas, se traza el camino de la Misericordia por la Salvación de todos los hombres, en la súplica que Mi Corazón hace al Padre Celestial por vosotros, ante el apaciguamiento del castigo que viene para la purificación del mundo.
Entregadme con amor, aún más vuestro corazón Mi niña, Mi Amor te sostiene y te acompaña, y la Corte de Ángeles, que lidera San Miguel Arcángel, te custodia y te cuida. Mi Madre, Hermosa, Dulce y Adorada Madre Os espera; sed propicia en la humildad, el amor, la obediencia y la caridad, para ser participe Mi Niña, de la fuerza y el inmenso amor, que hay en Mi Corazón, en esta Consagración del mundo a Nuestros Sagrados, Amorosos e Inmaculados Corazones.
En tu corazón hijita, están puestas todas las cosas que obrareis en este día, invoca al Espíritu Santo en cada paso que des, y confía en Mi Amor, porque, aunque permaneceré en el camino de esta Obra del Amor, hasta que Mi Padre en Su Infinita Voluntad, designe otra cosa. Recordad hijita, Mi Madre, tiene en Su Reinado de Amor, la Custodia de Mi Corazón y Ella, Soberana y Corredentora de la humanidad, intercederá por vosotros ante el Padre Celestial, Adoradla, y Honradla, porque Su Presencia es grande en el Cielo y en la Tierra, y Su Gracia, Abogara por toda la tierra para la purificación de las almas; enmienda hija Mía, por las vidas de tantos hombres, mujeres, ancianos y niños, que hieren a cada instante Nuestros Corazones, y que han perdido el rumbo del amor.
En esta Obra del Amor, se posa la Espera del Amor Misericordioso del Padre, apresuraos Mi niña, apresuraos en la oración incesante por la conversión de las almas; el mundo Mi niña, gira ciego en la maldad y mientras tanto, Nuestros Corazones Os llaman con Amor Encendido al Rebaño del Amor; pero muchos, son necios, sordos, mudos, inmunes al llamado; sus pasiones los atan al mundo en desolación del amor, y por ellos, más que nunca, debéis pedir perdón; por ello hijita, reparad con amor, sacrificaos, y ofreced con la llama de tu amor, los dolores de tu cuerpo y corazón, en el lecho de Mi Amor, Mi Madre y Yo Os esperamos.
Sigue siendo obediente niña Mía, y perseverad que el camino es largo, y la espera solo se obrara en la Piedad del Padre Celestial.
Gracias hija Mía, por responder al llamado del amor, entregadme todas vuestras inquietudes y vuestro amor, que Mi Corazón las recibe en señal de entrega y oblación; sed paciente y dócil en la fe y la esperanza, y une es esta aurora, las plegarias de tu propio corazón al Amor de Mi Madre Amorosa, que Ella en Su Corazón Inmaculado, las recibirá con el mismo Amor de Mi Corazón. 4:04 am