Mensaje del 31 de Marzo de 2018. 5:02 am

Hijita Mía, en esta Aurora de Dolor, acompaña Mi Corazón Herido, en el padecimiento del Corazón de Mi Hijo Jesús, porque Su Dolor junto a Mi Dolor no cesan,

entended hijitos de Mi Amor, a cada instante como Madre recibo el Cuerpo y el Dolor del Corazón de Mi Hijo, porque Su Corazón padece el Sufrimiento por vuestros pecados, no solo las Blasfemias, los Latigazos, el Desprecio, la Desolación, no hijos Míos, es su Cuerpo Escarnecido por el Peso de cada uno de los Dolores que el pecado otorga en vuestras vidas y que recae en el Corazón de Mi Hijo.

Atended al llamado de la Conversón, la humanidad entera se ha posado en el Valle de lágrimas de Sangre que el enemigo ha incitado, más, si vuestros corazones continúan apartándose del verdadero Amor, entonces ¿Cuál más será vuestro padecimiento?. Yo Os digo como Madre, Reparad el Dolor de Mi Hijo, Mi Corazón de Madre padece también con cada uno de sus Dolores y vosotros hijos, no imagináis siquiera la respuesta del Amor de Mi Hijo con cada Dolor, debéis aprender que la Misericordia se desborda en el Amor cuando hay verdadero arrepentimiento hijitos, pero también la justicia obra con toda la severidad de la Mano de Dios Padre en el castigo por vuestra iniquidad, cuando vuestros corazones se enardecen en el pecado y se postran ante la maldad.

Hijitos de Mi Amor, ¿Cuánto veréis padecer la Tierra?, ni siquiera entendéis hijos Míos ¿Cuánto dolor podéis soportar?, pues bien hijos Míos, Mi llamado de Madre Os Cobija, porque como Madre Os espero como cada Amanecer la Aurora y Os digo “Regresad al Corazón del Cordero que por vosotros ha dado y sigue dando TODO para que obtengáis vuestra Redención”. Dejad los corazones necios, egoístas, avaros, dejad la venganza hijos, la ira, la soberbia, dejad hijos Míos la lujuria, la codicia, dejad hijos Míos que Mi Corazón de Madre junto al Corazón de Mi Hijo, sane vuestros rencores, vuestro padecer por tantos corazones que odian, dejad hijos Míos que se obre el Bien, el Amor y la Caridad en la Gracia del perdón y decidme:

“Oh Madre Dolorosa, que estas junto a la Cruz, depositad Tu Dolor en Mi Corazón y que yo pueda junto a Ti purificar los míos, para cargar contigo también Tu Dolor de Madre y Reparar por mis propios pecados y los pecados del mundo entero el Corazón de Tu Hijo, Venid en Mi Socorro Oh Madre del Amor”.

Yo Os recibiré y Os acompañare, y cobijare vuestro corazón hasta el encuentro del Amor con Mi Hijo Jesús. Mi Corazón junto al Corazón del Verbo Encarnado Os esperan hijitos de Mi Amor.

Gracias hija Mía, por acompañar una vez más Mi Corazón. 5:20 am