Mensaje del 30 de octubre de 2020

Ofrecimiento del Santo Rosario de Difuntos, tomado del Libro “DEVOCIONARIO EN FAVOR DE LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO”, del Padre ANTONIO DONADONI S.J., Pagina 113.

Revelación: 

Debéis conocer que la Justicia Divina, Os llama en sentencia por la verdad; y no existe una sólo palabra, gesto, mirada o acto que no sea contemplado en el Juicio de Amor ante el Trono Eterno del Señor;

 por ello, cuidad vuestros sentidos, cuidad vuestras palabras y cuidad vuestro corazón; debéis contemplar el silencio en el diario vivir, como un acto puro de unidad y de reparación al Señor, en la compañía y en la contemplación de la virtud de la humildad en la Madre del redentor, la Luz del Amor de María.

Muchos padecemos por vivir en el bullicio de nuestro propio egoísmo, en el ruido del mundo que paca nuestras almas cuando nos hacemos sordos a la voz de Dios y hacemos de un mundo superficial y material nuestro fin.

Mirar al mundo, en este fin efímero, doblega nuestra voluntad, nos domina y nos gobierna en las vanaglorias, y nos aparta del verdadero Amor, por ello padecemos, porque el Amor se niega de muchas maneras y se quebranta la Caridad Verdadera.

El alma se enceguece y se nubla y fácilmente se mantiene en la oscuridad, orad incesantemente por aprender a contemplar en silencio vuestras vidas, no en resignación, pero si en absoluta compañía al silencio del Corazón del Señor. El Silencio sepulcral y amoroso del Misterio de la Cruz.

Es allí dónde nos sumergimos todas las almas no solo en el momento del juicio, sino en cada instante de la vida.

Orad con el viacrucis, no con 1 viacrucis, sino con un viacrucis cada día.

Palabras en Lenguas…..

El Ángel dice:

Preparad vuestro corazón, e inclinad vuestro oído a la humilde voz del Amor de la Madre, Madre de vuestro corazón, Madre del Universo en la Redención del Amor del Cordero

La Santísima Virgen María dice:

Hijos Míos, Mi Corazón está triste, desconsolado y afanoso, por el continuo correr de los hombres, porque el afán de muchos de Mis Hijos, se ha rodeado de la materialidad del mundo, porque en muchos de Mis hijos, se ha perdido la noción del tiempo y la necesidad de doblegar sus corazones al Amor de MI Hijo.

Hijos, nada es más importante, que la mirada de vuestro corazón, que vuestra conciencia y vuestra alma dispuesta al Amor, más el hombre, está negando esta gracia tan voluntariamente, tan seguidamente, y muchas almas en la merced de Mi Corazón, se están negando a Mi Amor, y no entendéis que cada una es una parte del Cuerpo de Mi Hijo, que se desprende de Su Carne y que agoniza Su Corazón como el Mío de Madre.

Hijos, Mi Corazón está triste, estáis entrando en un abismo, un abismo de mucho dolor, y el mundo, se sumergirá en una prueba tan dolorosa.  Yo Os digo como Madre, Os necesito hijos vigilantes, dispuestos, enaltecidos en vuestro corazón, unidos a Mi Amor en el recorrido de cada oración por el Universo Entero, aunque sean pocos, cada oración de amor es multiplicada en Gracia y en Bendición por Mis Propias Manos, y Yo, en Mi Seno, la cobijo y la entrego a cada alma necesitada, a cada alma arrepentida, a cada alma doliente, a cada alma sufriente.

Hijos, en esta tarde Os digo, cuanto veis, cuanto Os rodea, cuanto cubre vuestras vidas en el diario vivir, es tan efímero, como cuatro paredes que se derrumban; y cuando caen, Os dais cuanta, de que no hay nada alrededor vuestro; todo está en vuestro corazón; cuanto entreguéis, cuanto améis, cuanto anheléis de amor, de verdad, de riqueza, del gusto y el gozo en la felicidad, está en vuestro corazón, ni siquiera hijos, vuestra propia piel, no, porque se deshace, se desvanece en la Divinidad Eterna del Padre, es un solo Latir, en un solo Latir con el Corazón de Mi Hijo, allí esta vuestro Palpito, como en el Monumento, como en el Sagrario, Respira con vosotros, Anhela y Espera con vosotros, Resurge y se Alimenta de vuestro Amor; ¿Por qué No Amáis Más a Mi Hijo?.

Hijos el mundo agoniza sin Amor, y es urgente que Os sacrifiquéis unos por otros, no solo en la oración al Padre, sino en la súplica de intercesión, por todos, por todos los hijos de la tierra. Yo digo como Madre, en la Revelación que se Os da a conocer, mientras el mundo está en bullicio, vosotros, guardad Silencio, porque estáis entrando hijos al camino del Calvario con Mi Hijo en este llamado final y urgente de los corazones, guardad Silencio y Escuchad el Susurro del Amor de MI Hijo en vuestro Corazón, el mismo que late dentro de vosotros.

Yo Soy vuestra Madre y Os Amo, y Os digo ahora, Mis pequeñitos, cuanto horror veréis, cuanto padeceréis, más, por los oídos sordos, de tantos de Mis hijos, se obra la Justicia, y aunque nunca se detendrá la Misericordia, nunca, es un tiempo permitido, en la expiación por negaros al Amor del Padre, de tantas maneras, de tantas, hijos.

El enemigo, ha donado al mundo un sinnúmero de formas que distraen vuestro corazón, que Os apegan a las cosas y que Os separan de la sencillez, de la simplicidad, de la humildad; Os separan hijos porque Os enceguecen, y porque muchos voluntariamente se dejan enceguecer, por eso Os llamo, en vuestras humildes suplicas, a intensificar vuestra petición por la liberación de las almas y la conversión de sus corazones al amor de Mi Hijo; pedid la Luz del Espíritu Santo para el mundo entero, clamad por el Misterio de la Encarnación, la Gracia del Amor en los hombres y no dejéis de suplicar por Mis Hijos Sacerdotes, que tan abatidos, tan tentados y tan confundidos están viviendo este tiempo.

La Luz llegara al mundo, porque así lo quiere el Padre, pero antes, seréis probados, con dura cerviz, y aunque Mi Corazón de Madre junto al Corazón de Mi Hijo y el Cielo entero quisiera evitar esta prueba, falta mucho por enmendar y muchos de Mis hijos, se niegan a esa enmienda. Os replico estas palabras, para que las repliquéis en vuestra plegaria desde vuestro corazón.

“Oh Padre Amantísimo, Oh Padre Creador, Rey y Señor del Universo, Tú que has creado todas las cosas, mira con Bondad el Sacrificio de Tu Hijo Jesús, como expiación del Dolor que los hombres causan a Tu Corazón y danos la Gracia de la libertad de los hijos de Dios, en la purificación y liberación de todos los hombres que están oprimidos por Satanás.

Oh Padre Eterno, por la Sangre Preciosa de las Cinco Llagas de Tu Hijo Jesús, purifica al mundo, limpia y libera cada alma oprimida en la esclavitud del pecado y danos la Gracia en la Corredención de Nuestra Madre, Santa María, del Triunfo de Su Inmaculado Corazón.

Te lo pedimos Padre, con Amor, con Fe y Esperanza, en la Humildad y la Caridad de San José y todos los Santos del Cielo, junto al Coro de los Ángeles que te sirven en Gloria y Amor, por Cristo Nuestro Señor”.

Replicadla, replicadla hijos, esta plegaria de Amor, de Mi Corazón para vuestro Corazón.

Os dejo en la Paz, Os Bendigo, y Os recuerdo que Mi Corazón camina de vuestro lado, en cada respirar, ofreced vuestro cansancio, vuestros dolores, ofreced vuestro amor.

En la compañía de Mi Hijo, de Mi Esposo San José, Os Bendigo: En el Nombre del Padre, En el Nombre del Hijo y En el Nombre del Espíritu Santo. Amén.

La Paz de Mi Amor se queda con vosotros.

MAMITA MARIA