Mensaje del 30 de Marzo de 2016. 12:53 am

Escribe hijita de Mi Corazón; ésta es una noche de pasión, una noche de parto en el dolor, una noche de sufrimiento del Alma, una noche de contemplación al Amor de los Amores

, en la fatídica desolación de la guerra; porque debéis saber, que ya estáis Tierra entera, en guerra; guerra espiritual, guerra material, guerra entre Cielo y Tierra, guerra en vuestros corazones y guerra en el mismísimo infierno; se ha desatado la hora de la necesidad de oración más grande nunca antes vista, por todos y cada uno de los sufrimientos que estáis causando a Mi adolorido Corazón; el egoísmo del hombre sobre esta tierra Material, ha devastado Mi Corazón; el Poder y la obsesión del tener ha promulgado la pobreza y el hambre y entre vosotros mismos habéis desatado la propia guerra del desamor; como laceráis Mi Corazón; cada día en la Tierra se ha convertido una pasión en el Cielo; como Os esperáis habitar con vuestros sentidos llenos de tanta perturbación y la mitad de la humanidad y más agobiada por el maltrato; por el genocidio, por el martirio, por el hambre, por la soledad, por el olvido, por el desprecio, por el sometimiento, por la humillación, por la oligarquía del Corazón del hombre agobiado y ensordecido en la soberbia, dominado por el maligno y a la disposición de la inhumanidad y otro tanto de ésta población del mundo doblegada a la obra fatídica y desgraciada del mundo de las tinieblas en la tierra y entregada por completo a la condenación eterna. Cuánto más queréis padecer Tierra entera; preparaos y llorad los acontecimientos venideros en vuestra propia proliferación de desgracias, porque escrito está y nada determinado en las profecías de Mi Palabra dejará de cumplirse; vosotros en vuestros propias manos habéis tenido el libre Albedrió de escoger el destino de la eternidad o el destierro y enceguecidos por la vanidad y el poder estáis llamando cada día con más ímpetu la destrucción de vuestra propia existencia en el Universo; como no entendéis que desde vuestro Corazón Os quiero y necesito libres de la condenación en el juzgamiento del otro, en el señalamiento de las debilidades del prójimo rin revisar primero las vuestras; como no entendéis que quiero compasión y dolor por el sufrimiento de vuestros propios hermanos; como no aprendéis que las creaturas del Universo son todas hechas para el Amor y vosotros mismos Os estáis destruyendo; la Tierra está hecha un mar de sangre en cada rincón del mundo y ante tal desolada realidad todos camináis de largo como si el dolor de lo que sufren no fuese mi propio dolor; velad hijita, Mi Corazón es castigado en el dolor de la Soledad y la Indiferencia porque desde vuestro propio Corazón me negáis con un solo gesto de soberbia en vuestros juzgamientos; desde vuestro Corazón me apartáis con vuestras suposiciones de perfección y el olvido de la igualdad ante mis ojos; desde vuestro propio Corazón me negáis con vuestras actitudes de indiferencia ante las debilidades y necesidades de Mi Amor en tantos y tantos Corazones; acaso ¿Dónde está vuestra Piedad?; ¿Dónde está vuestra dolor por Mi Dolor?,¿Dónde está vuestra Misericordia por la miseria de un Alma que sufre?; ¿Dónde está vuestra plegaria en oblación por el hermano y en reparación de Mi Dolor?; ¿Cuántos corazones en el mundo actúan con justicia ante Mi Amor por más de la tercera parte de la humanidad que sufre?; no entendéis; no sabéis cuando dolor soporto por esta pobre humanidad agobiada y doliente que ha escogido su propio destino en la libertad de vuestra propia vida; Acompañadme hijita por la desolación de ésta noche en la Aurora del dolor; porque esta es una noche de profundo sacrificio y dolor. Orad por el mundo, Orad hijita y mantén la súplica con vuestro corazón contrito por los gritos de parto de esta Tierra en todos los hombres, mujeres, niños, ancianos y creaturas que sufren en este valle de dolor; suplicad con la Abogacía de Mi Hermosa Madre con las rosas del Amor. 1:32 a.m.