Mensaje del 30 de Junio de 2022

Ofrecimiento del Santo Rosario de Difuntos, tomado del Libro “DEVOCIONARIO EN FAVOR DE LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO”, del Padre ANTONIO DONADONI S.J., Pagina 113.

Una vez termina el Santo Rosario, se recibe el mensaje de la Santísima Virgen María

Durante el Rosario, como revelación y por el sufrimiento de las Almas del Purgatorio, se permite escribir al instrumento, lo siguiente: 

Escribirás el padecer de las almas adormecidas a la Voluntad del Padre, a las almas que hacen oídos sordos a los llamados del Señor, a las almas que no mortifican sus sentidos sino que los deleitan en placeres mundanos, almas que padecen sed de Dios, sed de amor, almas que están en completa soledad y que sufren por su indiferencia y por la soberbia con que actuaron, por la falta de atención y amor al Amor de los Amores en Jesús Eucaristía; almas que padecen con severidad la mortificación de sus sentidos.

Debéis orar el Credo y ofrecer acción de reparación en cada profesión de fe. Debéis permanecer en vela, en oración constante, para ayudar con vuestras plegarias a muchas almas. Orad. Orad, Ofreceros y Orad. 

Palabras en Lenguas….

Mi Ángel de la Guarda dice:

Vosotras, almas que habitan la tierra, orad y reparad el Corazón de Jesús. Orad como nunca, y orad con plenitud de entrega y corazón contrito, por el tiempo, la ofensa, el desprecio y la lejanía en que los hombres permanecen, tan lejos de su Dios.

Que vuestros pequeños pero constantes esfuerzos, se vean reflejados en corazones suplicantes, llameantes de Amor, sedientos de Amor, corazones doblegados, ofrecidos al Cordero del Amor que sostiene, alberga y custodia el Universo entero.

Escuchad de la Voz de la Madre, la plegaria del Cielo, por cada alma, que falta de Fe obra en agrado al mundo y en rechazo a la Fe y la Esperanza en el Amor de Dios. Escuchad, atentamente, con vuestro corazón.

La Santísima Virgen María dice:

Oh hijas, hijas de Mi corazón, Mi Corazón permanece triste, aún esperanzado, firme y fiel, en el acompañamiento de cada alma, más, es tanta la indiferencia al Amor de Mi Hijo, es como si recubriera la tierra una Pandemia de Indiferencia.

¡Cuánto Os arrepentiréis hijos Míos! por el llamado no escuchado, por las señales no vistas, por las oraciones no hechas, por el sacrificio no ofrecido, por la reparación que no obra desde vuestros corazones. Oh hijos Míos, ¡Cuanta Soledad en el Corazón de Mi Hijo!, ¡Cuánta Soledad en Mi Propio Corazón!, estáis todos como libros cerrados y empolvados, olvidados, guardados sin leer, porque estáis ensimismados, anonadados en el mundo, distraídos, nublados.

Mirad que Os digo, el Corazón de Mi Hijo llama, el Corazón de Mi Hijo golpea la puerta del Corazón de cada Alma, el Corazón de Mi hijo grita, ha gritado eternamente y muchas almas se han negado a su llamado, poniendo su voluntad caprichosa y desviada por encima del Amor y de la Voluntad del Padre.

Pues estas almas, hijos, se consumen en soledad, en Sed de Amor, en Sed de Dios; más Yo Os digo, no Os dais cuenta, que parecéis muertos en vida, porque el mundo y la tierra tiene Sed de Dios, ¡Cómo no entendéis hijos!, ¿Por qué Os queréis mantener enmudecidos, por qué?, ensimismados en vuestros errores; Os digo, clamad, si clamáis a Dios vuestro Padre, el Auxilio vendrá para abrir vuestros sentidos a la Voz de Mi Hijo Jesús,  si clamáis y pronunciáis un ¡Si quiero!, ¡Si estoy dispuesto!, ¡Si te necesito!, entonces el Auxilio del Amor se desbordara sobre vosotros.

Mirad hijos que el tormento en negarse al Amor de Dios, es inconsolable, y ningún otro tiempo, tanto  desconsuelo ha causado esta negación al Amor de tantos hijos, tantas almas, que están desangrando el Corazón de Mi Hijo; es el tiempo para volver, para regresar al Amor, ¡Cómo Os digo, de tantas maneras, que se agotan los días!, y la espera de Mi Hijo se acrecienta, ¡Cómo Os digo!, mirad la Cruz, es el Sacrificio Perfecto en el que Os espera Mi Hijo para Redimiros, solo debéis, inclinar vuestro corazón para Mi Hijo Jesús.

No entenderéis el desconsuelo de Mi Corazón como Madre, en esta lucha, esta lucha que es un Sacrificio de encuentro permanente en las Llagas de Mi Hijo, Doliente, Humillado, Ultrajado, Desoído, Desatendido, No Venerado, No Amado. ¡Oh Cuánto Dolor!

Debéis ser valientes en sacrificar tiempo para consolar el Corazón de Mi Hijo, y profesar vuestra fe, en la súplica de tantas almas que están muriendo en el aparente deleite de su propia voluntad, negados a la Voluntad del Padre.

Yo como Madre, Os llamo de nuevo y Os digo, venid a Mi Corazón hijos, venid a Mi Corazón, para que seáis uno conmigo, abrazando, enterneciendo y consolando el Corazón de Mi Jesús; más sacrificio, más amor, más fuerza en el espíritu mis pequeños hijos por favor, es necesario, pedidla, pedid la fuerza, pedid el amor, pedid el sacrificio, pedidlo para que se haga obra desde lo más profundo de vuestro corazón. Os Amo, perseverad y Os dejo con Mi Bendición, junto a Mi Esposo San José y al Corazón Sacratísimo de Mi Jesús. No Os desaniméis, No, manteneos alerta y orad, siempre orad, entregad todo en oración, solo deis orar, con el corazón contrito, con fuego de Amor, con fe firme, y confianza en el Triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Os Bendigo hijas, Os Bendigo hijos. En el Nombre del Padre, En el Nombre del Hijo. En el Nombre del Espíritu Santo. Amén.

Os dejo en la Paz de Mi Amor, en la Paz de Mi Corazón. Os Amo.

MAMITA MARIA