Hijita de Mi Corazón, Os llamo en esta aurora para deciros con Dolor, como si quemaras y apuñalearas Mi Corazón vivo; así enardece de llanto Mi Dolor por vosotros, con todos y por todos los ultrajes que a diario tiene Mi Cuerpo y Sangre Preciosa en todos los Altares del mundo entero, en todas las comunidades religiosas y en todos los lugares en los que se entrega la Sagrada Comunión, sin contar aquellos, en los que, por la Obra del Maligno, profanan Mi Cuerpo, ofreciéndolo al mal. ¿Cuánto Dolor Hijitos?, ¿Que debéis entender más?, si de tantas formas Os he demostrado que Mi Presencia viva en Carne y en Sangre habita en cada Hostia Consagrada, en cada llama viva del Amor; ¿Por qué sois tan necios hijos?, ¡Cuánto padeceréis por Ultrajarme!, Yo no quiero vuestra condenación con un castigo eterno, pero si no respetáis Mi Sagrado Cuerpo, sufriréis el destierro de Mis Ojos, hasta que sean reparadas todas las consecuencias de vuestro desprecio, entended por favor hijitos, es necesario reparar desde ya.
Orad hijita, siempre ofreced tu dolor por el Amor, en reparación de lo que tantas almas obran, tragándose con sus actos su propia desgracia. Niña Mía, el mundo agoniza, te lo he dicho tanteas veces; debéis obrar en la intensidad de la oración, porque así, como lo habéis sentido esta aurora, el enemigo no descansa y cada vez tendrá mayores formas de engaño y perturbación hasta Mi Segunda Venida.
Orad con insistencia, suplicad perdón y reparación, porque la humanidad habita un muladar de escombros, que con sus ojos no ve, pero que desde el cielo ya se dislumbra. Perseverad en la oración, custodiad Mi Amor en tu corazón y pedid perdón cada instante por las iniquidades del mundo y los Dolores de Mi Corazón.
Acompañadme una vez más hijita, guardad las heridas de Mi Corazón en tus Manos y junto a Mi Madre, reconfortad Mi Corazón. 3:08 am