En el Alba de la Aurora hija, Mi Corazón una vez más te llama para consolar Mi Adolorido Corazón, y para escuchar en el palpitar del tuyo, las mociones de amor que brotan apacible y tiernamente en la compañía de Mi Corazón solitario; es por ello, que te digo hija Mía, estáis todos culminando un tiempo, un tiempo de prueba, un tiempo de tribulación, y de espera, más Mi Corazón Os dice:
Este tiempo que culmina y el tiempo que les espera, es el acontecer de vuestro propio recorrido, que aún debe mantener y posar vuestra mirada en la Cruz, haciendo de vosotros “Cristos de Amor”, que a imagen y semejanza de Mi Amor camináis en señal de servicio, esclavitud y amor, más, Mi Corazón Os mira con profundo recogimiento y dolor por vuestro tiempo desperdiciado, más aún, por vuestra ausencia de amor, porque Os mantenéis ensimismados en vuestras propias cuitas, sin ofreceros verdaderamente al servicio del hermano en el auxilio y consuelo de las almas; por ello Os digo ahora, ¿Dónde reposa vuestro Amor?, porque vuestros corazones son egoístas, sordos y mudos entre hermanos, porque sois individualistas e indiferentes al dolor de vuestros próximos, porque estáis retraídos en vosotros mismos y pasáis por alto la necesidad de cada uno de vuestros hermanos; pues bien hijos Míos, Mi Corazón Os llama a la verdadera hermandad, porque es allí donde Mi Corazón Os quiere y Os necesita; es allí, donde Mi Amor se hace vida, cómo se hizo con cada uno de vosotros en la Cruz; es allí, donde Mi Amor obra en vuestras manos, en vuestros ojos, en vuestros labios, en vuestro corazón, y es allí, donde la Obra de Mi Padre se Glorifica en Amor; por ello os digo hijos, mirad que se aproxima un nuevo tiempo, tiempo de dolor, de espera, tiempo de purificación profunda, tiempo de servicio, más Mi Corazón Os dice:
“Obrad hijos Míos en este tiempo, como si fuese el primero y el último, para que podáis dar verdaderos frutos de amor a Mi Corazón. Obrad en la mirada de vuestro corazón, para que os preparéis el encuentro, entregando de vosotros cuanto tengáis, sin reserva alguna, para que seáis dignos de alcanzar las promesas del Amor hecho Carne y Sangre para vuestra salvación.
Obrad con corazones puros, con corazones dispuestos, obrad sin deteneros ante la adversidad, obrad pensando en el hermano sin vuestro prejuicio, dejad que vuestro corazón repose en Mí, para caminar libres al encuentro de Mi Amor en vuestro corazón.
Obrad entonces con premura, que Quiero vuestras manos llenas de buena cosecha, mirad que la puerta es estrecha, más vuestro corazón es libre, aunque Me pertenece, y de cada corazón Mi Corazón espera en el Amor, la donación total y plena en la respuesta al Sacrificio de la Cruz.
Os digo hijos Míos, sed valientes y perseverantes, sed fuente y luz de Mi Amor, despojaos de cuanto cargáis y venid al encuentro ligeros de carga, más rebosantes de amor con vuestros frutos; Os digo, que vuestra mirada se pose en la entrega, que se pose en el dolor del otro, y que así mismo, no se detenga vuestro corazón ante el servicio, porque es allí donde la prueba se forja, es allí donde se refleja vuestro amor.
Estáis entrando entonces a un tiempo de espera en la respuesta, porque habéis pasado tiempos de quietud, tiempos de dureza, tiempos de profunda indiferencia, y vuestro corazón ha permanecido adormecido; más, Yo, Os llamo y Os digo:
Se acerca el tiempo, y ¿Dónde están vuestros talentos?, acaso no habéis obrado con ellos para el bien de muchos, ¿Dónde está ahora vuestro corazón?, acaso no está al servicio de Mi Amor, entonces vuestros corazones preguntarán ¡Oh Señor cuándo he dejado de hacerlo?, ¿Cuándo he dejado de darme?, ¿Cuándo de obrar?, y Yo os diré:
Cada vez, que no lo hicisteis con uno de estos pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo, y vuestro corazón sufrirá y padecerá, y Yo Os diré:
Mirad la Cruz, la Cruz de Mi Amor, allí está vuestro ejemplo, allí vuestro corazón, allí vuestro amor, entonces Os digo una vez más, hijos Míos, si vuestros corazones se resisten a la entrega, obedece a que tenéis corazones de piedra, y Mi Corazón Os necesita y Os espera con corazones de carne, dispuestos al dolor, al sufrimiento y al amor, allí en la Cruz de la Salvación, en la que cada uno de Mis Hijos, ha sido Redimido por Mi Amor; por ello os digo:
“Este es el preludio del verdadero Amor, Abrazad la Cruz, Amadla y Acogedla como faro de vuestra entrega, miradla como standarte de vuestra salvación, y cargadla con honor y entrega, como regalo de amor a Mi Corazón; mirad que el tiempo es pequeño, mirad que Mi Corazón Os llama.
Hija Mía, gracias por acompañar Mi Corazón, manteneos firme en el amor, de la mano de Mi Madre, quien consuela tiernamente Mi Corazón. Os dejo en la Paz de Mi Amor, en a Paz de Mi Corazón. 5:26 am