Mensaje del 30 de abril de 2016. 3:23 am

Escribe niña de Mi Corazón, en la obra del Amo, como cada día nos encontramos hijita, y en esta aurora te recuerdo, que el agua en la tierra, es parte de la purificación que pide la tierra para apaciguar su sufrimiento por los pecados de los hombres ; porque el pecado en el hombre en este tiempo, como nunca antes se reproduce como larvas, que aunque no veáis, las demás creaturas si lo perciben; es como si vuestros cuerpos estuviesen llenos de babosas, gusanos y toda clase de insectos putrefactos, que hasta por la boca brotarais; así mismo, como en las penumbras del infierno.

El pecado Os corrompe y Os mancha, al punto de oscurecer vuestra alma, para no dejaros acercar a Mi; el pecado hijos de Mi Corazón, Os corroe, Os destruye, Os quita la vida del mundo para convertirla en vida mundana, porque aunque no lo creáis, la vida en el mundo se Os otorga sin merecerlo, para que preparéis el camino hacia Mí, pero vosotros, lo habéis desperdiciado, por vuestra propia voluntad y vais caminando la mayoría hacia la muerte eterna del alma.

Te he permitido visualizar pequeñas imágenes de un alma pecadora hijita, porque aún no soportaríais ver la realidad del abismo de un alma en pecado mortal; ya habéis notado Mi niña, Como Os percibe la creación, mirad entonces ante Mi Presencia como queréis presentaros; he dado TODO por vosotros hijitos, como Mi Padre lo dio conmigo, y aun así, me apartáis de vuestro corazón.

Como gusano me habéis tratado y como gusanos Os convertís con vuestras faltas y sin embargo, como el Padre Me Amo y tuvo Misericordia por Mi Amor, así Os llamo para que volváis a Mis Brazos y Me dejen abrazaros con la Reconciliación y el Perdón, para limpiar vuestras impurezas y liberar vuestro corazón.

Hijos Míos, ¿Cuánto más debo llamaros?, ¿Cuánto más debo esperar?, ¿Cuánto más queréis atormentar la tierra entera con vuestros comportamientos?, ¿Cuánto más creéis que podéis soportar?; si escucharais un solo gemido de la creación en la súplica por la Justicia Divina, todos moriríais, y muchos, pero muchos, por no deciros que todos, estarían desinados a la condenación. Ay hijitos, entregadme vuestro corazón, las lágrimas del Amor y de Sangre de Mi Madre, se unen a las Mías en la tristeza de vuestro destino. No Os azotéis más el alma, venid a Mi hijos Míos, Mis Brazos Os esperan en el regazo del Amor.

Hijita Mía, esta pequeña muestra de un alma en pecado, es una muestra de bondad en esta Obra del Amor permitida por Mi Amado Padre, para que advirtáis en verdad como Os veis ante la creación.

Orad hijita Mía, incesantemente, porque el pecado no siga carcomiendo la vida de los hombres, porque en verdad Os digo, no soportareis el castigo de Mi Padre; sed todos compasivos y misericordiosos ante un alma pecadora y exhortad con Amor a Mi Amor, para que muchas almas regresen al Rebaño de Mi Corazón.

El enemigo disfruta tanto vuestros pecados y no sabéis que él os surte de la inmundicia del infierno para sacaros por completo del Amor de Dios; hijos Míos, son innumerables las advertencias, volved a Mí y reparad, reparad vuestros cuerpos, vuestras almas y vuestro corazón; este es el tiempo de la reconciliación; no Os queda más tiempo, porque ninguno de vosotros conocéis el día ni la hora, apresuraos en volver Mis Hijos, que la aurora de cada día se agota, como ésta, en la espera de la purificación, y la Mano de Mi Padre, con mucha severidad, quiere responder a la súplica de la creación.

Acompañadme hijita, vuestra oración es apacible en la compañía del Amor; elevad una vez más vuestra plegaria por las almas pecadoras que hieren Mi Corazón, y unid al Corazón de Mi Madre las Rosas del Amor, que por Su Pureza y Obediencia el Cielo mismo le regalo. Madre Tierna y Admirable, Madre del Consolador, Madre Hermosa, Virgen Madre, dueña de Mi Corazón. 3:56 am.