Hijita de Mi Corazón, en esta aurora del Amor, el Corazón de Mi Madre quiere hablaros, ya las palabras de Dulzura y de Su Amor, están puestas en tu corazón, escuchadle:
Niña Mía, aquí junto a ti, se encuentra Mi Hijo, igual que en Mi Corazón, porque en la fidelidad del Amor, El siempre permanece y Su Corazón y el Mío, son Uno en el Amor.
Él te ha mostrado en sueños, la vida de alguien a quien muchas veces se ha llamado a la conversión, a través de muchas maneras; sin embargo, en ella no ha producido los frutos del amor que se esperan; se te ha mostrado niña Mía, la insistencia del Corazón de Mi Hijo en el llamado al Amor y así lo hace El cada instante con cada corazón, pero vosotros sois tan necios. Yo Os digo como Madre, si ya conocéis la cizaña de vuestros corazón, porque no la echáis al fuego para dejar vivir vuestros corazones en pleno Amor al Hijo de Dios vivo, el Amor de los Amores, al Rey y Dueño de vuestras vidas; entended hijitos, quien ya conoce, se le exigirá más y vuestra respuesta debe ser verdadera e inmediata en el Amor, porque a quien tenga se le quitara y al que no tenga se le dará; no desaprovechéis los frutos que podéis dar a MI Hijo, no los desechéis, porque de ellos depende la salvación de vuestras almas; hijitos Míos, el Amor de Mi Hijo es inquebrantable en la entrega, y así, se Selló en la Cruz, este Pacto de Amor del Padre; ¿Por qué seguís tan necios al llamado del Amor?, Mi Hijo Os espera con paciencia y Mi Corazón Inmaculado está dispuesto a ayudaros y aun así, cerráis las puertas al Amor, ¿Cuánto esperáis hijitos? ¿Cuántos llamados necesitáis para la conversión de vuestros duros corazones, al corazón del Amor? ¿Qué queréis, mundo destrozado por la maldad, desmedidos de vanidades y soberbia en vuestra humanidad?, no seáis más tercos y atended los llamados del amor, mirad, que Mi Hijo Sangra en la Espera, y mientras tanto, vuestros corazones viven tullidos de tanto y tan inigualable desamor; si tanto Os cuesta vivir en el amor, con esa vara seréis medidos y el tiempo se agota para el mundo; si las señales de éstos tiempos no Os conmueven a la conversión, entonces, ¿Qué esperan almas?, ¿Hasta cuándo seguiréis torturando el corazón Sagrado de Mi Hijo en la Cruz?. Mi Corazón de Madre Sufre, Sufre mucho por vuestra indiferencia, Sufre por el Amor de Mi Hijo sin respuesta, Sufre por la espera del Cielo Entero en la entrega de la humanidad a los Brazos del Amor de los Amores; pero al parecer, aún Os mantenéis estáticos, sin conmoveros por los acontecimientos de cada día en el mundo.
Yo Os digo como Madre, tanto Os arrepentiréis cuando la prueba llegue, y vuestros corazones sigan atados como rocas al mundo; que No Os encuentre dormidos el Amor, porque la Misericordia se otorga, en la medida en que vuestros corazones se donen al Amor Salvífico de Mi Adorado Hijo en la Cruz.
Orad conmigo niña, suplicad por el Amor, suplicad en el Amor y doblegad vuestro corazón. 3:58 am