Escribe niña Mía, quiero en esta aurora, que ofrezcas los pequeños dolores que comparto contigo en tus manos y en tus pies, en reparación de todas las atrocidades que se obran a cada instante en el mundo entero por manos de muchos hombres, a través del terrorismo y de actos impuros e inmorales llenos de soberbia y de frialdad, sobre vuestros propios hermanos.
Hijita Mía, estos actos no siempre se conocen, debéis entender que pareciera que existiera un mundo paralelo al vuestro, pero aún más corrupto y perverso que el que veis a diario. El hombre maneja en la oscuridad y en el poder de la maldad, vidas y actos ocultos aún más atroces que lo que vuestros propios ojos conocen, ven y vuestros oídos escuchan.
Yo Os digo niña Mía, así como en esta aurora te he permitido sentir que tus manos y pies están atados sin poderse mover, como clavados en el dolor, así permanece Mi Corazón, porque la Justicia de Mi Padre, se destara con tanta Ira sobre estas creaturas, y Mi Corazón se enmudece de tristeza y asombro por tanta maldad, en tantos y tantos corazones.
Quiero deciros hijita, el terrorismo se apodera poco a poco del mundo y se acrecentará; estad atenta a grandes actos venideros y preparaos porque las señales están dadas para la salvación y conversión de muchos, pero también para el juicio y la condenación de aquellos que sirvan a la maldad y no se arrepientan.
Estad vigilante niña Mía, y orad, porque estos actos de dolor no cesan y Mi Corazón Sangra de Dolor, por el desamor y la perversión de los hombres en sus actos de maldad. Ofrecedme con amor en esta aurora, tu compañía en Mi Soledad, y junto a Mi Madre, acudid a la oración del amor por Mi Corazón. 4:15 am