Escribe niña de Mi Corazón; en esta aurora te he llamado una vez más por tu nombre, te he querido hablar para plasmar Mi Dolor de Padre en la Divinidad, Sufrimiento y Amor de Mi Hijo; es necesario que la humanidad se agote, se purifique y sea restaurada de la insidia de la maldad que ha sobrepasado el entendimiento humano y se ha posado como Un Engendro en los corazones de los hombres; es necesario preparar el camino en cada tiempo, vestirse de luto, orar, clamar y esperar en aquel que todo lo puede y que todo lo hará para salvar las almas puras, justas y obedientes; es necesario obrar en el llamado por cuantas y tantas veces lo quiera Mi Corazón; más es necesario desplegar un ejercito de justicia que no solo recogerá la cosecha, sino que también camina en busca de la ciega y que pasa jubiloso en cada tiempo, espacio y lugar en el designio de Mi Amor; pues bien, Os digo hijos todos, Mi Corazón desbordado de Amor se traspasa en Misericordia por vosotros, espera y camina de vuestro lado; más Mi Ejercito de Justicia marchara sin detenerse hasta el día del Encuentro; Os sorprenderá y tocará vuestra puerta y diréis unos tantos, Mi Casa esta vacía, sucia y maloliente, no podéis entrar; más no se detendrá la Mirada de Mi Amor para juzgar vuestra casa y reprender vuestro estado; Os digo entonces hijos, caminad con premura y llenad, limpiad y perfumad vuestra casa, dejad de ser como astillas malolientes que se desprenden del madero para contaminar todo aquello que tocáis; dejad de ser vasijas podridas corroídas por los gusanos, porque no podréis libraros de la muerte eterna, mientras no purifiquéis vuestros corazones; dejad hijos Míos la tibieza, porque el tiempo Os detendrá sin aviso y seréis llamados a tiempo y destiempo al ocaso de vuestro paso por la tierra, dejad hijos el desconsuelo y preparad el camino del Encuentro con Mi Hijo, “Consolad Su Corazón” y despojaos de vuestras vestiduras para amaros a vosotros mismos entregando el mismo amor a quienes caminan con vosotros en cada tiempo; sed capaces de renunciar al mundo para volver vuestra mirada y rostro al cielo, en señal de súplica, e inclinad vuestro corazón en señal de arrepentimiento para ser saciado por el manantial de Misericordia que brota del costado de Mi Hijo inundando el Universo y dotando toda la Creación del Verdadero Amor; Os digo, no dejéis tentaros en el combate por el que padecéis, sed mansos de corazón y humildes, m{as astutos y diligentes desde el amanecer hasta el caer de la noche, sed fuertes, caminad con esperanza, dejad vuestras cargas en los brazos de Mi Hijo y acudid al encuentro de la Reconciliación en su Corazón.
Sed Hijos pacificadores del Amor, porque estáis viviendo en la plenitud del horror del tiempo, que, aunque se acrecentará, no podrá tocar los corazones fieles, dispuestos al martirio, sordos a la voz del mundo, confiados en Mi Amor.
Os digo hijos, vuestra casa no sea cueva de ratas, porque Mi Hijo padece en ella, crucificado dentro de cada uno de vosotros, padeciendo el Dolor de vuestro desamor, de vuestra indiferencia, vuestra iniquidad y maldad; que vuestra casa no sea casa de serpientes, porque el Estandarte de la Cruz se levantara sobre ella y no dejará nada a su paso; debéis hijos ser presurosos en el despojo de vuestras casas; debéis obrar en reparación y amor, debéis doblegaros ahora, sin esperar un respiro, Os digo, es necesario.
Obrad hijos de la Creación, porque vendrá el juez para entrar en vuestras casas y Os detendrá como en el atardecer, para que entreguéis la cosecha a vuestro Creador.
¡Cuánto Os Ama Mi Corazón de Padre!, ¡Cuanto Os espera y Cuánto Os Anhela en el Corazón de Mi Hijo!; seréis contados, pesados y divididos, preparad en vuestro corazón cada una de vuestras casas. En el Amor del Corazón Santísimo de la Reina y Señora Santa Maria, permaneced niña del Corazón de Mi Hijo Jesús. Permaneced en silencio y acompañad a Mi Hijo en el Dolor. Aguardad y Esperad en Dios, en el Refugio Trinitario de Mi Corazón. 5:07 pm