Mensaje del 26 de mayo de 2016. 3:41 am

Escribe hija mía, el hombre está viviendo engarzado en sus propias mentiras, ocultando sus verdades ante los hombres, entrelazando sus vidas en serpientes, que como víboras se aquietan solo para esperar encontrar más y más seres a quien envolver.

El mundo hijita Mía, está posado en un letargo espiritual devastador, nadie es tan consiente para comprender, que vuestros pecados traspasaron Mis Manos en la Cruz, junto con todas las llagas de Mi Sagrado Cuerpo, y que cada segundo que transcurre en vuestro tiempo, con cada pecado que cometéis, ya sea de palabra, de obra o de omisión, Mis llagas, Mi Corazón, y Todo Mi Amor, Sangra por vosotros.

¿Cuán entrelazados vivís en vuestras propias mentiras?, ¿Cuán ciegos sois hijos Míos?, ¿Cómo habéis llegado a este punto de desolación en la mentira del mundo?, que sólo Os ofrece pasiones temporales, justas de condenación. Mi Corazón sufre, y el llamado que Os hago a diario, parece no ser suficiente.

En esta hora hijita, solo quiero advertiros, ya habéis visto Mi niña, que el Espíritu Santo infunde con una danza de colores los designios de Mi Amor en tu corazón; así, te lo permití en esta aurora, y por ello, Mi Corazón Os quiere decir:

La Misericordia de Mi Padre es Eterna, pero todo tiene un límite, y si no hay sacrificios y vidas buenas, si no hay entrega verdadera a la Voluntad del Padre, el castigo vendrá, con tanta fuerza y tanto sufrimiento, que llorareis con amargura por haberos mantenido enroscados en la mentira del mundo, sujetos a la serpiente que gobierna el parecer de vuestras pasiones, y que Os otorga efímeras pasiones de alegría en el mundo.

¿Todos permanecéis en la quietud?,
¿Dónde estás tu hijo Mío? Pregunta Mi Corazón,
¿Entrelazado en la serpiente del desamor?
¿Permanecéis atado en la imitación de la mentira y la banalidad del mundo?
¿Dónde está hijo Mío tu corazón?
¿Dónde está tu verdad?
¿Dónde tu amor?

El Mío, se posó en la Cruz por vosotros, y Sangra a diario; cada instante son entregadas Mis lágrimas de Sangre por vuestro desprecio, y, aun así, Os mantenéis aquietados, inmunes al dolor de los demás, inmunes al dolor de Mi propio Corazón.

Pedid perdón por la humanidad hijita, porque no sabéis lo que es despertar la Ira de Dios; no desfallezcas en la súplica, orad vigilante Mi niña; en la permanencia y el sacrificio se contempla el Verdadero Amor.

Acompañadme una vez más en la contemplación del sufrimiento del mundo, por los dolores que causáis a Mi Corazón.

Mi Madre te sostiene hijita, de la misma manera en que quiere Abogar por el mundo, Ella misma presenta tu oración. 4:11 am