Escribe hijita de Mi Corazón, te he mostrado en sueños una tarea de consagración diaria a Mi Sagrado Corazón para el mundo entero; habéis conocido y entendido que debíais consagrar a toda la humanidad a un Crucifijo que emana aceite y que aunque no te fue mostrado, relacionabas con el Cristo del Vaticano; pues bien hijita, vas a hacer esta consagración durante treinta y tres días y una vez más hayas culminado, prepararás tu viaje para ir a las Lajas, Mi Madre Os esperará.
Recordad hija Mía, el Amor y la Obediencia superan las insidias del Enemigo y muchos de Mis Siervos junto contigo están siendo llamados para que se cumplan estos gestos de amor y reparación. En Chiquinquirá te he dado el instrumento para Mi Consagración cada día, y traed a tu corazón el Cristo que exuda Aceite, porque desde allí y desde aquel, se obran muchos milagros para el mundo.
Esta oblación hijita, es parte de la Obra del Amor, para apaciguar la Ira del Padre Eterno; habéis visto también las insignias de su Nombre “Dios”, como llamas de fuego que reprenden, y Su Justicia no se tardará; pero entonces, debéis orar y perseverar en la oración constante por la salvación de muchas almas y por la conversión de muchos que verdaderamente adoren, amen y respeten a la Santísima Trinidad, junto con la veneración innegable y adorable de Mi Hermosa y Tierna Madre.
Acoged Mi Plegaria hijita, y escuchad en tu corazón los Dolores del Corazón Sangrante de Mi Madre y el Mío, por el pecado que agobia el mundo y que ha devastado la tierra, hasta el punto de requerir tan severa Intervención Divina para su purificación.
Acompañadme en esta aurora hijita, una vez más en la súplica del Amor por el Amor; la humanidad gime y Mi Corazón se parte de Amor por vosotros; ¿Por qué me habéis abandonado pueblo Mío?; ¿Por qué sois tan infieles a Mi Amor?, si Yo, solo Os Espero con ansia en el Patíbulo de Mi Adorado y Sagrado Corazón; volved a Mi hijitos, volved. 3:43 am