En la Obra del Amor se Alaba el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, a ellos Honor, Gloria y Adoración por los siglos de los siglos; escuchad al Hijo niña.
Hijita mía, en tu corazón ya están puestas mis palabras; ya te he dejado saber que desde Mi Corazón brotan unos rayos de luz y de amor que depositan en Tu Corazón Mi querer; en esta Aurora niña mía, solo quiero que me contemples y me acompañes en la soledad del Corazón.
He visto tantos hijos apartados de Mi Amor, que Mi Corazón sufre por vuestra espera; pronto recurriré al mundo en la sentencia de la justicia y aún muchos estáis apartados de Mi Amor, debéis manteneros firme en la súplica de conversión; mientras el mundo convulsiona y colapsa en el desdén del Mal, y en él se desata la obra más grande del enemigo.
Yo Os anhelo para Mí, y vosotros no Me escucháis; niña Mía, preparaos en el Amor de Mi Corazón y caminad hacia Mi en la Confianza y en el Amor; enseñad a otros hijita, nada es más importante que Yo; las cosas del mundo con pasajeras, no desgastéis vuestro tiempo en la preocupación de éste tiempo temporal que solo Os llevara a la intranquilidad, debéis mantener la pasividad del Alma, abandonados en Mi Amor; no veo cómo no entendéis que el control de todas vuestras cosas es Mío y Yo muevo los días por el Amor y la Misericordia.
Contemplad las obras de Mi Amor y regocijaos cada día por los momentos alegres y aún más por los difíciles; porque de ellos me Glorifico en el abandono del Corazón.
Hijitos míos, me tenéis y no contáis conmigo; como pueden ser tan ciegos, donde esta vuestra fe; dónde está vuestra esperanza, Yo resucite para la Gloria del Padre y para habitar e vuestros Corazones con el Espíritu Santo de Dios y ni siquiera me conocéis; entonces conocedme hijitos y contemplen con su corazón Mi Amor; entregadme hijita junto a Mi Madre la contemplación del Amor en vuestra oración. 3:44 am