Mensaje del 25 de diciembre de 2020

Ofrecimiento del Santo Rosario de Difuntos, tomado del Libro “DEVOCIONARIO EN FAVOR DE LAS ALMAS BENDITAS DEL PURGATORIO”, del Padre ANTONIO DONADONI S.J., Pagina 113.

Una vez termina el Santo Rosario, se recibe el mensaje de la Santísima Virgen María

Revelación: 

No solo la incredulidad de los hombres provoca la separación del verdadero Amor, sino la falta de Amor con los hermanos, porque todos estamos llamados, no solo a servir, sino a disponer en nosotros el Amor y la Caridad del mismo Jesús, para multiplicar con El la Obra del Padre; por ello, los gestos de desamor, de indiferencia, de abandono, para con los hermanos, nos apartan del Amado y por ello, padecemos, porque se ausento por voluntad propia el Verdadero Amor en nuestro corazón y dimos paso a la dureza, la frialdad, la injusticia, el desprecio, la severidad con los demás, la falta de amor y por ello, en sequedad permanecemos ahora, habidos de sed por un mililitro siquiera de la Sangre del Señor. Ea pues, os pedimos vuestra oración, vuestra plegaria, vuestra reparación, por todos los hombres que no aman a sus hermanos, porque la humanidad se está consumiendo en el individualismo y está azotando el enemigo al mundo en medio del odio, de la separación del Amor en el Corazón de los hombres.

Veréis cada vez mayor incidencia de esta atroz trampa del enemigo y por ello, se os pide vuestra oración, porque la hermandad prevalece como hijos del Padre y debéis ser portadores de la buena noticia en la unidad, el amor y la caridad.

Ofreced todos los actos de sacrificio que podáis, por el amor afianzado, robustecido y firme en Dios, en cada hombre, por cada hombre y para cada hombre en la creatura de Dios hecha Carne para vuestra propia Redención y hecha Sangre en el Martirio y el Sacrificio de la Salvación. Que vuestra vida sea servicio en Dios, con Dios y para Dios a cada instante.

Palabras en Lenguas…..

El Ángel dice:

En este tiempo, que es tiempo de amor en el corazón, escuchad, el retumbar del Amor de Dios dentro de vosotros, como una Voz que clama en el desierto y que os llama, en el final de éste tiempo.

Preparad vuestros sentidos, esclareced en vuestro interior, la necesidad de vuestro amor en unión al Santo Creador, Padre Dios de Todo el Universo y arraigad este lazo de amor con la Madre del Cielo, Madre del Redentor, que es Gracia de Amor para vosotros hombres de la tierra.

Como un Regalo, escuchareis, afianzareis y obrareis en la Palabra, que la Reina Madre Os dirigirá ahora. Yo como Ángel Os digo:

A vuestro lado, un Ángel destinado del cielo, camina y reposa junto a vosotros; debéis ser uno con él, pidiendo el auxilio, la corrección y la enseñanza y como en otro tiempo nunca antes necesitareis de él, más que ahora.

Cada paso, cada escucha, cada pensamiento, cada palabra, debe ser meditada en obediencia y en amor junto con vuestro Ángel, porque es tiempo de inquietud, pero también es tiempo de purificación, es tiempo de apresamiento, pero es tiempo, en que necesitáis la iluminación del Espíritu Santo, en la Obra que el Padre quiere hacer en cada uno de sus hijos. Preparad vuestro corazón al encuentro con el Hijo de Dios en Su Segunda Venida. Escuchad, atended el llamado.

La Santísima Virgen María dice:

Hijos Míos, Os Amo, y como Madre, Os reclamo, abogo e intercedo por vuestro corazón; más necesito de vosotros mayor Amor.

Hijos, en el mundo de hoy, donde Os rodea la indiferencia, el egocentrismo, el individualismo, Yo Os llamo para que Os Améis con mayor fervor, con mayor disposición, con mayor entrega. Vuestro amor, no se puede reflejar solo en las palabras, sino que vuestros gestos, vuestros pensamientos, vuestras actitudes y la obra de vuestras manos, debe ser “Amor Puro”, que debéis ofrecer en Amor a Mi Hijo, Os necesito así Hijos Míos, frutos del Amor de Mi Hijo, afianzados y firmes, hasta el dolor por el sacrificio de todo aquel que sufra, por el sacrificio de todo aquel que necesite vuestra ayuda, vuestra plegaria, vuestro auxilio de hermano.

Este tiempo, que confunde vuestro corazón, y que puede verse desolado, es tiempo de mayor Amor en los Hijos escogidos del Padre Celestial en Mi Hijo Jesús y aunque padezcáis y sea tiempo también de sufrimiento, sabéis como en la Cruz, que es el fruto del arraigo del Amor de Cristo para vosotros, del arraigo del Amor sepultando el pecado y opacando las obras del mal; por ello hijos, pedid mayor amor en vuestro corazón, decidlo siempre a Mi Hijo: 

“Oh Niño Jesús, Tú que eres el fruto del Amor del Padre para nosotros sus creaturas y sus hijos, dadnos el Amor de Tu Corazón, hazlo semilla en nosotros, para que podamos regar, y Tu recojas los frutos de este amor, por donde quiera que nuestro corazón se pose, por donde quiera que nuestros pies caminen.

Se Tú Oh Niño Jesús, la Ternura en nuestro Corazón. Que las dádivas de Tu Amor crezcan en nosotros, para que broten de nuestras manos, muchos frutos de Amor, en cada persona que se dirija a nuestro corazón, en cada hermano que pida un consejo en ayuda, en cada pequeño necesitado del Amor de Dios.

Se Tú Niño Jesús, Fuente Viva del Agua Viva en nosotros, danos la alegría de Tu Corazón de Niño, para mostrar en nuestro rostro y en lo más profundo de nuestro corazón, la Paz de Tu Amor, el Gozo del encuentro con quien más te necesita.

Oh Niño Jesús, Tú que eres la Palabra hecha Vida, posada en la Creación como la Verdad de Dios en el Reinado de Su Amor, dadnos, la templanza, para caminar en este tiempo, firmes, confiados en Ti, con plena fe y esperanza en Tu Regreso.

Ampáranos Niño Jesús. Bendice nuestro Corazón y nuestras familias. Hazlas Seno de Amor, Sagrarios Puros en la Espera de vuestra venida y que la bendición, Niño Jesús de Tu Sagrada Familia, siempre custodie la nuestra”.

Así debéis orar a Mi Hijo, en este tiempo, Yo Os digo como Madre hijos, esperad con fe. En Mi Amor de Madre Os Custodio, Os acompaño, más necesito de vosotros; vuestra compañía, vuestra oración, y vuestro corazón dispuesto y abandonado.

Ésta, como tantas plegarias por los que están vivos, pero también por aquellos que son llamados a la presencia del padre, son tan necesarias ahora, porque muchas almas hijos, se resbalan de Mis Manos, por su propia voluntad, porque no aceptan en su corazón el Amor de Mi Hijo.

Orad por la conversión de todos, orad hijos, como si fuera vuestra ultima oración, desde las entrañas, elevad vuestra mirada al cielo, elevad vuestros brazos y suplicad, que el Padre es Misericordioso. Yo Os digo, Mi Corazón esta triste igual que el Corazón de Mi Hijo, porque hay mucha oscuridad ahora y es la preparación que durara un tiempo, pero que es necesaria para que venga la Luz al mundo una vez más.

Hijos, tomad Mi Mano, Cubríos con Mi Manto, Sellaos con la Sangre de Mi Hijo y Confiad en Mi Amor. Mi Hijo, Os mira con Beneplácito, siempre que disponéis vuestro corazón y lo rendís a Sus Pies, hacedlo a cada instante, en vuestras tareas diarias, hablad con Mi Hijo, acompañadlo, sed Uno con El, Os necesita por Amor, vosotros lo sabéis.

Y Tu Hijo Mío, Mi Hijo, cuanto Os Amo; tu corazón sufre y tu corazón espera, sed valiente; debéis ser muy valiente, es parte de la prueba hijo Mío, pero tus manos, tienen la Gracia de la Bendición y han dado muchos frutos a Mi Hijo y en tu corazón abundaran esos frutos para muchos.

Recordad, que en la soledad de la Cruz esta Mi Hijo contigo junto a Mí, como el Hijo predilecto en Juan, y como tú, cuidas de Mi Amor como Madre, Yo cuido de tu Amor como Hijo, te Custodio, te Acompaño; encontrareis la fuerza y la fortaleza en Mis Propias Manos de Madre, que Bendicen Tu Ministerio de Amor.

Hijos Míos, todos debéis prepararos en el corazón, para que sea Cuna de Amor de Mi Hijo Jesús, limpiadla, embelleced la cuna y que todos seáis recintos, grutas de Amor para Mi Hijo. Si supierais cuanto Os Ama, moriríais de amor ahora mismo, por eso Os digo con Mi Voz de Madre, Glorificadlo, Enaltecedlo y Ensalzadlo en vuestras vidas desde vuestro corazón.

En esta tarde Os Bendigo, junto a Mi Esposo San José y a Mi Amado Emanuel “Dios con vosotros”. En el Nombre del Padre, En el Nombre del Hijo, En el Nombre del Espíritu Santo. Amén.

Os dejo la Paz de Mi Hijo, la Paz de Mi Amor en vuestro corazón. Os Amo Hijos Míos, Os Amo.

MAMITA MARIA