Mensaje del 24 de Febrero de 2016 3:32 am

Hijita Mía, Mi Corazón late fuerte por vuestro Amor, seguid en obediencia cumpliendo los designios de Mi Corazón, nada de lo que Os he permitido ha sido en vano, todo ha tenido una fuente de reparación, y esa ha sido hasta ahora tu misión, vamos en este camino de oración y oblación tomados de la mano por obra y gracia del Amor de Mi Padre.

Ya Os he advertido antes, estamos próximos a la purificación y debéis orar por la salvación de muchas almas porque de lo contrario casi que el mundo entero se condenaría.

El enemigo ha sido muy astuto entre vosotros y Os ha envuelto tan fácil en tantas trampas de horror porque Os ha encontrado dormidos sin la fecundidad de Mi Amor y solo gracias al abandono que vuestras propias almas han tenido de Mi Amor.

Los enemigos del Alma, asedian y azotan el mundo dado que su tiempo es corto y están próximos al encierro y fuego eterno; por ello hijita mía, contemplad en el dolor de mis llagas, el anhelo del Padre y el querer de Mi Corazón por la salvación de muchas Almas que pueden arrepentirse y volver a mis brazos siempre y cuando supliquen Piedad y Misericordia por el Perdón en el misterio de la reconciliación.

Acudid hijos amados, acudid a los brazos de Mi Amor, venid que Yo Os espero y Os anhelo como Redentor; no en vano Os he entregado Mi Cuerpo, Mi Dolor y Mi Humillación, valorad éste sacratísimo encuentro y adoradme en el Amor, porque en la donación de la donación de la Divinidad Eterna se entregó por el Perdón de los pecados la hermosura afable, dulce y más bella creada por el Amor de Dios y Yo Os quiero que vosotros se unan a la entrega para la reconciliación y preparaos para mi segunda venida para que estéis despiertos y que no Os queméis en la condenación.

Cuanto más queréis que Os adviertan, cuanto más, si Mi Corazón y Mi Madre no descansan dando avisos al mundo para que oréis por la Paz y la Conversión. Oh Amados hijos de Mi alma, fuente de Mi Divino Amor, no seáis tan tercos, volved a Mi Corazón; Yo solo quiero abrazaos, Yo solo quiero vuestro Amor; decidme con vuestras palabras y sentidlo en el Corazón: “Ven dulce huésped del Alma, ven a Mi Corazón; Tú tenéis las llaves de Mi casa, ven y cierra la puerta para vivir en el gozo de tu bendición. Ven dulce Amor del Alma restaura Mi vida hoy, lávame con tu Sangre y sáciame con tu Amor; Ven Salvador Eterno fuente del mayor Amor, limpia mi corazón enfermo y sáname con tu Amor, porque vivir sin Ti no puedo; porque Tú eres mi inspiración y porque contigo sostengo la unidad en el Amor y el soplo del lazo Eterno con el Padre Creador”.

Clamad en vuestras plegarias con estas palabras de oración y dame desde vuestras entrañas un corazón contrito en suplica de Amor, veréis como me regocijo recogiendo vuestros pasos y enmendando vuestro dolor, disponed vuestros corazones que la espera ya se agotó; solo vasta el sonar de las trompetas y vendrá la purificación, por ello vuestra plegaria quiero a diario en oración.

Acompañadme hija Mía y seguid donando tu corazón, preparaos en la súplica de la Misericordia y tened presentes Mis señales que desde el cielo ya Os he mostrado para que no Os encuentre dormidos en la búsqueda del verdadero Amor.