Escribe hijita de Mi Corazón; Ya mis palabras están depositadas en tu Corazón para enseñarte en esta Aurora Grandes prodigios del Amor; se te ha permitido en sueños hacer la oración del Santo Rosario, siendo consciente de la oración y la cuenta de los misterios que estabas ofreciendo; pues bien hijita, invocad siempre en tu descanso la compañía de tu Ángel de la Guarda; para que con su intercesión y ayuda podáis ofrecerme tu oración también mientras duermes.
Mi niña, el precio de la oración aún no lo habéis entendido en la Tierra; por ello disponed vuestro Corazón para acompañarme aún desde el seno de tu sueño y descanso, reposando con amor en los brazos y las entrañas de Mi Corazón.
Éstas gracias mi niña, todos podéis alcanzarlas; pero debéis perseverar en la unidad del Amor en Mí, en la oración, pero sobre todo en la entrega absoluta y completa del Corazón a Mi Eterna y Divina Voluntad.
Manteneos dispuesta y enseñad a otros el valor y la importancia de convertir cada paso del día en oración de Amor para Mi Corazón; si cada día la humanidad pensara en Mí veinticuatro horas de cada día y convirtieran sus vidas en ofrecimiento y oración constante, todo el universo viviría en plenitud y amor; entonces hijita mía no desfallezcas y continuad en obediencia. En los designios de Mi Padre, se otorgan gracias en la medida del Amor, seguid en la prueba hija mía y perseverad en vuestras luchas diarias con el auxilio de Mi Amor.
Unid la culminación del Rosario que ya has empezado, a los brazos de Mi Madre Adorada y Dulce Madre que Os espera para contemplar la obra del Amor. 3:45 am