Hijita del Corazón de Jesús, entregad y presentad con amor vuestro corazón, porque es la Madre del Amor, quien Os va a hablar; escuchadle:
Hijita también de Mi Corazón, orad, orad, orad, clamad incesantemente por el Amor de Mi Hijo, implorad Su Amor, para todos los hombres que no lo conocen, y que lo desprecian a diario con sus actos; este es el tiempo de la reconciliación para el Amor, para enmendar y para preparos ante la purificación, no desperdicies ni un segundo sin orar en amor; desde vuestros pensamientos y con vuestro corazón orad al silencio del Amor del Padre en el Hijo, porque habéis sido presas del enemigo por vuestra debilidad, y vuestra debilidad es causada por vuestra falta de oración.
Hijitos Míos, podéis orar solo con pensar en las grandezas del Amor de mi Hijo, solo con decir “Jesús”, ya estáis orando, porque vuestro corazón se enmarca entonces en el Nombre Poderoso y único de vuestro Salvador; vosotros hijos Míos, no entendéis el significado de Amor del Verdadero Cordero del Amor, y así como se rinde Honor y Gloria en el Cielo con solo pensar en Su Nombre, así la Tierra debiese Adorarlo y Glorificarlo con solo abrir sus labios para decir “Jesús”, con solo traer su Nombre en vuestra mente a vuestro corazón, con solo querer sentirlo en los más profundo de vuestro ser, vuestro corazón.
Orad hijitos, con el ejemplo de Mi Adorado y Hermoso Hijo Jesús, orad con Su Testimonio de Amor por vosotros; orad con Su Cruz; “Salvadora Cruz de la Humanidad”, orad hijitos con sus llagas, por los méritos de Su Amor y Entrega; orad niños Míos, con Su Sangre y purificaos todos lavando vuestros pecados en Ella; volved al Amor hijitos de Mi Corazón; volved al Encuentro y No Os arrebate el Amor aquel que en la soberbia y con su indignidad quiere asemejarse al que Todo lo puede; rechazad con todo vuestro corazón el pecado, el desprecio del amor, rechazad al maligno hijitos; esforzaos por el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ofreced vuestro corazón, que todo lo demás vendrá por añadidura en el Amor Sagrado y Misericordioso de Mi Hijo.
Contemplad con vuestra entrega Su Corazón, ¡Cuanto Os anhela y espera Su Corazón!; unid vuestra plegaria al Cielo entero, en la preparación de los corazones de los hombres para la purificación, y velad por la tierra, porque los atentados al Amor se obraran de muchas maneras, en muchos lugares de la tierra, como señal de la gobernanza de Mal en la tierra y en el corazón de muchos hombres; por ello hijita, insistid en la oración, la oración es vuestro alimento y debéis frecuentarla cada instante para sobrevivir en este valle de dolor en el que habitáis, por la desobediencia de los hombres.
Acompañad con Amor Mi Corazón, en la compañía del Amor de los Amores. Gracias hijita, por responder al llamado del Amor. 3:58 am