Hija Mía, niña de Mi Corazón, quiero que escribas en estas pequeñas palabras, la Gracias del Amor reflejada en el Padre por Vosotros diciendo: ¡Cuando Amo Dios al Mundo que ofreció a Su Hijo Amado en Sufrimiento y Dolor por vuestra Salvación en la Obra Eterna de la Redención?; pues bien hijita; así Francisco en total flagelo de Amor fue capaz de desprenderse terrenalmente de Todo, como lo hizo el Padre en el desprendimiento de Su Propio Corazón, desbordando la Piedad y la Misericordia por Amor a Vosotros; entonces hijos Míos en el entero abandono del corazón del hombre, en el entero abandono de cuanto rodea vuestra vida, vuestra mente y vuestro corazón, allí, como San Francisco, estáis llamados a depositar no solo vuestro corazón, sino Todo cuanto se pasa y se posa en vuestro alrededor.
Debéis saber Hijos Míos, que el corazón se desborda de Amor cuando se opta por el Amor a Mi Corazón, para Amar el Amor del Padre en Mi Amor y Mi Amor en el Amor del Padre; así Hijos Míos, desde el cielo se os otorga la Gracia, porque solo basta el Amor en una entrega total y plena, a ejemplo del Si de Mi Madre que ha hallado Gracia también en muchos corazones, por ello Os digo, como Mi Corazón hablo a San Francisco: “Sed Hijo Mío como un labrador que aunque siembre muchas semillas y vea poca cosecha, persevere en la Confianza a Mi Corazón, para que cada pensamiento, palabra y obra se haga vida en el servicio, en la entrega desinteresada y completa a Mi Corazón. Sé entonces Hijo Mío, Siervo por Amor, dulce fortaleza del Dolor de Mi Corazón y donación entera de tu propia vida por la creación del Amor en el Padre”.
Así Hijos Míos Os llamo y Os digo, porque mi Corazón Os espera, Os consuela, Os llama, Mi Corazón Os mira y Os contempla siempre, en el Silencio de la Espera por las palabras de vuestro corazón.
Hijos Míos, ¿Cuánto ha perdido el mundo el Amor?, cuanto habéis desperdiciado a lo largo de vuestro camina; más aún basta un solo instante de amor, y Mi Corazón Os inundara con una respuesta Eterna, siempre que vuestro corazón verdaderamente lo disponga y lo conceda con vuestra propia voluntad.
Os llamo como a Francisco y Os digo, reparad vuestro corazón en Mi Amor, para que juntos en amor a Mi Corazón, sean fuente de amor en la reparación de la obra que por las manos de mi Padre habita en la creación. Os Amo Hijos Míos, Os Anima Mi Corazón, Confiad Hijos, Confiad en Mi Amor.
Hija Mía, Mi Corazón te consuela y te acompaña, mantén tu oído, tus ojos, tus manos, tus pies y cada una de tus entrañas a la espera del servicio en Mi Amor. La Paz de Mi Corazón Os acompaña y Os cubre como fuente inagotable que Os sacia de Paz. Sigue obediente a Mi Corazón. Os Amo. 9:00 pm