Hijita de Mi Corazón; en el caminar de cada día he visto los designios del Amor obrados en Ti como en muchos de Mis elegidos dando frutos y glorificando el nombre de Mi Padre Eterno, Padre de Bondad, Padre de Amor.
Perseverad en la fe de la obra y en la entrega por la reparación, caminad gozosos hacia el encuentro de Mi corazón, acompañadme con constancia en los designios que a diario Os muestra Mi Corazón. Es Mi deseo en esta aurora, suplicarte que ores por la conversión de las almas que faltan al respecto por Mi Amor, aquellas que me ultrajan y me ofrecen en las manos del maligno insultando el Amor de Dios.
Este flagelo hiere devastando Mi Corazón porque éstas Almas pérdidas pisotean todo Mi Amor; son dolores carnales que no tienen reparación porque es obra del maligno y destrozan por completo Mi Corazón. Vuestra misión es orar por Mi dolor y ofrecerlo de igual manera en Mi consagración, suplicando purifique los ultrajes a Mi Amor y en señal de Mi Consuelo por favor velad y cuidadme de las manos del malhechor. Cada parte de Mi Cuerpo que es ultrajada en desamor y ofrecida en sacrilegio para el infernal servidor es la ofensa ante Mi Padre más despreciable para su corazón y el destierro para estas almas que entregan a Satanás Mi Corazón; pobres y despreciadas almas, asesinas de Mi Amor, pobres, secas y perdidas almas que con sus propias manos usurpan, ultrajan y hieren Mi Cuerpo y Sangre en la Tierra y entorpecen con sus desaires y frases el obrar de Mi Corazón.
Unid vuestras oraciones por la reparación de Mi Corazón en la contemplación de Mis sagrarios y en el cuidado de Mi Amor. Suplicaos al Padre del Cielo se acabe este flagelo que hace sangrar Mi Corazón en las manos de los que ultrajan Mi dulce Corazón. Cuanto Os espero vuestra suplica, unida a Mi Amor, soportando en este caminar del monte el sudor de sangre que en Mi provoca esta flagelación.
Hija Mía velad, unid tu tristeza a la Mía y clamad porque Mis siervos estén atentos a los ultrajes de Mi Amor, en las consagraciones de Mi Cuerpo y Sangre, Pan de Eterna Salvación; en la entrega de cada Hostia en las migajas de Mi Amor y en la exposición Sacrosanta de Mi cuerpo en el Sagrario para Mi Adoración.
Orad hija Mía por el cuidado del Amor. Orad por la devastada hora en que se maltrata y olvida Mi hermoso Corazón y la humanidad pisa con desprecio todo Mi Amor. Suplicaos al Padre Eterno también alivie Mi Corazón y unid vuestra súplicas a Mi Madre que sufre conmigo este calvario por el irrespeto de Mi Amor y éste flagelo en la Tierra que condena aún más vuestra purificación.
Cuantas Hostias consagradas ofrecidas en devastación, cuantos flagelos y heridas por estas almas doblegadas al infierno y a su creador; orad por la reparación del Padre y por el Amor de Mi Corazón; orad en acción de súplica para que termine éste accionar terreno que entristece Mi Corazón y que aumenta la ira de Mi Padre contra toda la creación.
Cómo despreciáis lo más sagrado que se ha ofrecido para vuestra salvación; cuanta inconciencia del alma, cuánta devastación, cuántos desiertos áridos, almas diabólicas perdidas que habitan en el mundo hoy, pobres hijos de la tierra, desterrados del Amor de Dios, pobres hierros embrutecidos por el odio y el dolor.
Pagaréis en el infierno, en el fuego eterno del más profundo y horroroso hueco creado para el castigo del ultraje del Amor, fétidas y condenadas almas que no tienen reparación.
Velad hija Mía en esta aurora por Mi dolor y ofreced tu voz de súplica por que se alivie Mi Corazón y se acabe éste flagelo en el mundo, y se purifique las manos del hombre por ultrajar Mi Divino Cuerpo, Mi Divino Amor.
Orad y clamad al Cielo justicia divina y que venga pronto la reparación de tanta maldad en el hombre y de tan inconsciente y brutal acción. Debéis clamar porque este dolor acabe y se respete todo Mi Amor, entregado en Cuerpo y Sangre para vuestra salvación.
Reparad conmigo en el calvario este incontable dolor que en sudor de Sangre he sentido y que apuñala como lanza Mi Divino Corazón. Cómo no orar por la gracia, porque esto es como un incesto, este humano sacrilegio que tortura Mi Corazón.
Unid vuestro dolor al Mío y acompañadme con tu oración, cuántos y tan fatales ultrajes cada día para Mi Amor; pobre humanidad pérdida como no queréis sufrir dolor, tan insensatos, tan vacíos que despreciáis la entrega de Mi Cuerpo y de Mi Amor.
Toda la Tierra clama justicia divina por el desamor y aún el hombre reclama misericordia y perdón, ni siquiera tendríais el derecho por pisotear Mi Corazón, pero Mi Amor es tan grande que por vosotros suplico al Padre Os conceda la gracia del perdón y brote de Sus Manos Misericordia por el mismo Amor que por vosotros se entregó.
Hijos desagradecidos, renovad vuestro corazón y reparéis con oblaciones y suplicas en los Sagrarios de Mi Amor; multiplicaos estas palabras y que muchos se unan en ésta intensión. Suplicad hija Mía en esta noche triste y desolada porque no se ultraje más Mi Corazón. Suplicad por el respeto, dignificación y respeto a Mi Cuerpo y Sangre, fuente de eterna Salvación. 2:55 am
MI AMADO JESÚS Procedí a orar el Rosario y termine a las 2:55 am, solo puedo decir que lo que he sentido en esta contemplación del rosario es que ningún dolor humano, ni todas las lágrimas de los hombres juntas reparan este flagelo de desprecio e irrespeto como dice el Señor; por favor, unamos nuestra plegaria y suframos con EL éste inmenso dolor, no nos apartemos de la oración y la contemplación al Amor de nuestro Padre Dios y nuestro Amado Jesús que se entregó por nosotros. 3:00 am, hagamos con mucho Amor la Coronilla de la Divina Misericordia.