Mensaje del 18 de noviembre de 2018. 7:55 pm Santísimo

Una vez más niña Mía, escribirás las palabras que Mi Corazón anhela para muchos de Mis Hijos, y dirás: El Desierto en el Corazón de los hombres, es un vacío que no se llena con un simple deseo, y mucho menos con palabras, aunque broten y sean dichas con la mejor intención, el vacío en el Amor, solo se llena con Mi Presencia y con la voluntad de donar no sólo el corazón sino la misma voluntad a Mi Amor; por eso Os digo niña Mía, que cada alma debe preparar su corazón en el llamado que Mi Padre obrará en el Mundo. Si Mi niña, en el llamado en el “Regreso al Amor” y por ello, debéis enmendar y orar, suplicando por cada corazón que palpita en la tierra, para que junto al Amor de Mi Madre, cada corazón anhele Mi Amor y se vuelva en carne viva a Mi Corazón. Debéis orar, para que en el rincón de cada alma se otorgue por voluntad propia de cada ser, el espacio de Amor que Mi Corazón anhela en cada uno de vosotros.

Entonces hijitos Míos, Yo Os animo porque Mi Corazón Os sigue esperando, y Mi Voz, clamando en el desierto Triunfará junto al Inmaculado Corazón de Mi Madre; más Os digo ahora, preparaos para que podáis soportar en vuestro interior, el dolor que Os causará veros desnudos en el alma delante de Mi Padre y sed entonces cautelosos, para que en cada paso seáis guiados cada vez más por la Gracia del Espíritu Santo.

Hijos Míos, Yo sólo espero por vuestro corazón, aun cuando más crucificado este Mi Corazón por vosotros y Os recuerdo, el camino hacia el Verdadero Amor es estrecho y pedregoso, más el regazo de Mis Brazos Os cobijarán como el Seno de Mi Madre y Os llevarán cargados con tanto Amor, que no conoceréis ya más el dolor. Venid pues niños de Mi Amor y abrid las puertas de vuestro corazón a Mi llamado y a Mi Voz.

Sed entonces fieles en el sendero y abandonad con renuncia, todo aquello que Os aparta de Mi Corazón. Recordad Hijos Míos, que en la fidelidad el buen hijo vuelve a casa y su Padre lo recibe con regocijo y abundantes gracias de amor.

No esperéis entonces más llamados, doblad vuestras rodillas junto a vuestra voluntad y corazón a Mi Amor, y replicad ante Mi Cruz: “ Aquí estoy Señor, postrado bajo tus pies, sometido a Tu Amor como Todo en la Tierra, haz de Mi lo que quieras con tal de que sea Tu Santa Voluntad, pero no dejes que mi alma se pierda, moldea en mi un corazón puro y humilde para Ti, y enséñame, junto a Tu Bella Madre, Mi Madre María, como debo obrar, para ser agradable a Tu Presencia. Que así se cumpla en mí, Oh Señor, por los méritos de Tu Infancia, de Tu Caminar, de Tu Pasión, Muerte y Resurrección”. Amén.

En Amor, Unión y Verdad Yo Os escuchare, y Os acompañare en cada paso hasta que seáis llamados a la Presencia de Mi Corazón.

Niña Mía, tu corazón se forja cada día en la obediencia y en la entrega según la Voluntad de Mi Padre, mantente atenta al llamado, y contempla con todo tu amor, cada palabra que brota de Mi Corazón para ti. Gracias hijita de Mi Amor, por atender el llamado de Mi Corazón. 8:15 pm