Mensaje del 18 de enero de 2021. 4:53 am

Niña de Mi Corazón, como en cada aurora Mi Corazón te espera en la compañía del Amor, y en esta aurora te recalco la dulce y apacible espera en el silencio de Mi Corazón, por los corazones de los hombres, los corazones arrepentidos, dispuestos, abandonados, los corazones llamados y en respuesta, los corazones tocados, doblegados en la respuesta a Mi Amor; pues bien hija, es en el corazón, como si fuese un abismo insondable en dónde se transforma verdaderamente el alma, porque es desde allí, desde donde brota para las almas el Mayor Amor del Padre en Mi Propio Corazón; por ello Os digo en esta aurora, dejad hijos que vuestro corazón sea sondeado por la Mirada de Mi Amor, como fue medido y sondeado Mi Corazón en cada paso del Viacrucis de Mi Amor, dejad hijos, que las huellas del Dolor de Mi Corazón transformen vuestro corazón, dejaos tocar no solo por el llamado, sino por el Sacrificio, por la Mirada fija de Mi Padre en la Remisión de vuestros pecados, en la Redención de vuestras almas, porque es allí, en dónde se posa la verdadera espera, en dónde se clama por vuestro Si; este llamado hijos, que es Eterno en la creación del hombre, es el llamado directo a vuestro corazón, y en la proximidad del tiempo, se aferra cada vez más hacia vosotros; es la moción del alma en todo vuestro ser, que palpita en el corazón y despierta la conciencia, que transforma vuestro ser y reviva vuestros sentidos; es el llamado del Si de Mi Madre que Os escudriña desde dentro y Os impulsa al Amor, en total desprendimiento de todo lo terreno, en total postración al Amor; pues bien hijitos, es también el llamado en el tiempo, en vuestro tiempo; Os digo, apresuraos en el tiempo, vaciad cuanto Os pesa por el pecado, despojaos entonces de vuestros vicios y preparad vuestro corazón, como Mi Madre, para ser Cuna de Mi Amor en vuestros corazones, dejaos que Os domine la Gracia del Espíritu Santo, dejaos que Os gobierne y Os despoje del mundo; no en el letargo de vuestras pasiones y de vuestro tiempo, No hijos, sino en la aurora, en la premura del nuevo amanecer para vosotros; Os digo Mis hijitos, no miréis más allá que en vuestros propios corazones, porque el Viñador llega sin aviso; más en vuestro corazón reposa la verdad y es allí donde se alberga la verdadera cosecha. Os Amo hijitos Míos, Os espero en el Silencio, en el mismo Silencio apacible y doloroso de la Cruz.

Hijita Mía, gracias por atender Mi Corazón en esta Espera, manteneos unida a Mi Amor en el profundo silencio y en la obediencia al llamado de Mi Amor, Os Amo y Os dejo en la Paz de Mi Amor. 5:15 am