Mensaje del 16 marzo de 2019, 4:59 am

En esta Aurora de Amor en el Universo hija mía, quiero hablarte una vez más de la prueba; Si mi niña, la prueba en el tiempo, para los hombres , y para mover en sus corazones la respuesta verdadera a Mi Amor.

A cada instante hija, Os están probando, porque el enemigo latente mantiene su mirada en vuestras actitudes, en vuestros comportamientos, en vuestras miradas y es él, satanás el oportunista, quien aposenta un maldad con cada segundo en que vuestro actuar enmudece al Amor, porque en la negación del Amor, él tiene plena libertad y es allí donde logra cobijar vuestras almas como hijos de Mi Amor pero dominados en las abominaciones de su propósito para separar vuestros corazones del Verdadero Amor, del Amor Eterno que se forja y se une al Padre en Mí; niña mía, cada corazón debe cobijar el bien a cada instante, desde la concepción del silencio, para amar desde el corazón con un resplandor de Amor Divino y aprender a entregar con beneplácito no solo Mi Amor, sino la respuesta de vuestra recta conciencia unida al Espíritu Santo en la Trinidad de la Unión del Padre y el Hijo; por ello, hijitos, debéis comprender los méritos del Silencio; para que se Os ha otorgado la Gracia de callar; pues bien hijos, no sólo guardáis silencio con vuestra lengua, también guardáis y debéis guardar silencio con vuestros gestos, vuestras miradas, vuestras actitudes, debéis aprender a enmudecer todo lo que sois en vuestra humanidad; para que Os mostréis siempre serenos y el maligno no aproveche vuestros descuidos; hijos míos, cuanto enmudecéis debéis replicar desde vuestro corazón a Mi Amor diciendo:

“Oh Señor, fuente de Vida, Amor y Misericordia, aquí estoy y te necesito, enmudéceme como en el Getsemaní y entrega Tu mismo este cáliz unido a mi espíritu, para que Tu Redención de Amor lo purifique ante el Padre Eterno, hazme tu cireneo, y mantenme firme en la fe y en el Abandono a Tu Corazón”.

Debéis hijos míos, aprender a unir todos, todos vuestros pesares, quejas, inconformidades, dolores, desaires, al Amor infinito de la oración, sí hijos míos la oración del encuentro entre el Hijo y el Padre, la oración de la Entrega, la oración de la Agonía, la oración de la Desolación y de la Espera; la oración que Mi propio Corazón donó por vosotros y bajo el cual todos Mis hijos pueden cobijarse.

Debéis conocer y comprender, que la Pasión, Muerte y Resurrección del Amor son Eternas, Presentes y Vivas y se cumplen en cada espíritu que quiere verdaderamente servirme y acompañar Mi Yugo; este es el Verdadero Camino, no hay otro camino hijos, es el Camino del Amor en el Silencio, el camino de la Entrega en el Silencio, el Camino del Perdón en el Silencio, el mismo Silencio de este tiempo en la purificación de los hombres, para que verdaderamente puedan Amar y Honrar el Amor del Padre en vuestros corazones.

Hijita Mía; Yo acompaño vuestro silencio, como el silencio de cada hijo que se dona en humildad, en verdadero sentido de arrepentimiento, en anhelo de conversión, en aquellos hijos que Me entregan su corazón, debéis hijos Míos, hacer méritos de mucho amor en el Silencio de vuestro ser y ofrecer con dignidad de hijos de Dios, este Silencio a Mi Corazón.

Os Amo hijos Míos y Os Bendigo en el Amor Infinito de Mi Corazón Unido Trinitariamente al Padre y al Inmaculado Corazón de Mi Madre; manteneos hijos, fieles al llamado y no abandonéis el camino; porque Mi Corazón Os espera y mantiene la Luz Esplendorosa de la Eternidad a la espera de vuestra llegada.

Gracias hija Mía por escuchar Mi Corazón en esta Aurora. Os Amo. 5:20 a.m.