Escribe hijita de Mi Corazón, en esta Aurora de Amor, una vez más te he permitido sentir el gozo del Amor en el Espíritu, con la fuerza de la Gracia entre tus manos, la Gracia del Amor que aún sostiene al mundo en el Tornasol de Colores, que se regocija como la Danza del Sol, pero en cada Corazón; así, se posa Mi Espíritu en los Corazones Amantes de Mi Amor, en los corazones dispuestos al Amor en la Vida Sacramental, en la vida de la entrega y en la vida del servicio y obediencia al Señor Rey Celestial, a vuestro Padre que es Mi Padre y que Os Espera en Mi Amor.
Esta Aurora hija Mía, es una aurora de contemplación y suplica, se contempla la Obra Eterna del Padre, desde antes de la Creación hasta siempre, y se suplica porque la Obra Misericordiosa del Espíritu Santo pueda obrar en corazones cada vez más entregados al Amor.
La voz de súplica de vuestro corazón, se eleva para que la Gracia en cada corazón se alimente y se mantenga, porque la Obra del Amor y la Unidad en Cristo, se detiene muchas veces por vuestros pecados; por eso Os llamo al Amor Perdurable hijitos, al Amor Sincero que Espera y es Paciente, que se Dona sin esperar recibir, al Amor que aunque sufre Ofrece y camina día a día en la entrega del Amor recibido, para llenarse aún de más Amor; ésta es la Gracia del Espíritu, en la consolación de las Almas que se Me ofrecen, en el abandono de su corazón y en la obediencia del alma disponible, solo para el actuar de Mi Padre Eterno en su Corazón.
Sed participe Mi niña, en esta Obra de Entrega, del Padre al Hijo y del Hijo a vuestro Corazón; sed todos hijitos Míos, fuentes de Mi Corazón, para recibir el agua que brota de Mi Costado, Manantial Eterno de Agua Viva, que se purifica con Mi Sangre y que obra desde la fuente de vuestros corazones para la Gloria de Dios. Sed todos Mi Fuente, disponed vuestros sentidos en la Obra Salvífica del Amor en vosotros, apresuraos hijitos, que el tiempo es corto y la premura de las almas está en la entrega a Mí, para la verdadera conversión al servicio del Amor.
Velas hijita, velad junto a Mi Sacratísimo Corazón, contemplad la mejor fuente del Amor del Padre en Mi Madre, Dulce y Soberana María, donada en Cuerpo, Alma y Corazón para la Obra Eterna del Espíritu en la Encarnación de Mi Sagrado Corazón, Encarnación en la Virgen del Amor. Inmaculada Doncella, que dispuso TODO su existir para la Obra del Espíritu Santo en la Salvación; así Os anhelo hijitos Míos, así debéis entregaros vuestras almas en la contemplación del Espíritu Santo, siendo obra en cada uno de vosotros coequiperos de Mi Amor en el camino de encuentro hasta la Vida Eterna que Mi Padre Eterno Os dono.
Acompañadme hijita, en la acción de gracias por la Obra Misteriosa y Eterna del Espíritu Santo, Fuente Viva de Mi Sagrado Corazón. 3:58 am