Escribe hijita de Mi Corazón, gracias por responder al llamado del Amor, en el que la obra de Mi Padre Eterno también aguarda nuestro encuentro para mantenernos unidos en la entrega, en la perseverancia y en el Amor. Las pruebas de tu corazón son difíciles Mi niña, pero la obra del Espíritu Santo poco a poco se desbordará en ti.
Ama intensamente en el amor de la fraternidad, la mansedumbre y la humildad; sé dócil en los designios de Mi Corazón y entrégame a diario las inquietudes de tu corazón; tus ruegos y tus súplicas son escuchadas con Amor y por ello el camino del Amor continúa abriendo las puertas de tu corazón. Sed firme en la tarea de la entrega que la reparación se basta en la obediencia del amor.
Tu corazón inquieto está custodiado por Mi Madre, y las imperfecciones del Amor, es ella quien las ha ido puliendo para la obra del Amor; por eso hijita seguid donando tu corazón al Corazón Inmaculado de Mi Amadísima Madre y confiad en la pureza de sus manos para custodiar la obra que en ti ha permitido Mi Padre Celestial.
Mansa como el cordero debéis continuar, para que unamos en la verdadera presencia del Amor la oblación en la reparación del Amor por tantos dolores de Mi Corazón.
En esta Aurora te ánimo hijita, en la entrega y el abandono en Mí, Yo Os aliviaré cada instante tu corazón y te seguiré mostrando la obra de Mí Amor en ti y en quienes Amas; recuerda hijita que esta es la Aurora del triunfo de la vida sobre la muerte. Déjate abrazar en este Amanecer por la Gloria del Amor en la Victoria de la Resurrección; tus ojos verán en la perseverancia la obra del Amor y tus oídos escucharan en la mansedumbre el querer de Mí Corazón. Mantened la entrega absoluta de tu amor en Mí, que Yo me regocijaré en Ti en la transformación del Amor para la obra del único, del Primero y Verdadero Amor; dejaos abrazar en Mi Corazón. 3:47 a.m.