Escribirás hija Mía en el Rocío del amor, en una aurora más, en la que mi Corazón te llama, escribirás una vez más en la espera de Mi Corazón por un corazón humillado, abandonado a Mi Amor, un Corazón anhelante de Amor, por ello dirás:
Hijos Míos Os llamo una vez más al encuentro, Os digo con Amor de Hijo, velad en vuestro corazón para reparar las ruinas de vuestros corazones en el consuelo de Mi Amor y en la fuente de Gracia que Os otorga Mi Corazón Sacratísimo, porque es allí en la Ruina de los hombres en donde Mi Corazón es Victorioso, es allí en el arrepentimiento en donde Mi Corazón se sacia aplastando el pecado, en donde verdaderamente se destruye el veneno del mal que Os quita la Gracia; por ello, Mi Corazón una vez más Os llama; Os espera, Os exhorta.
Debéis comprender hijos Míos, que Mi Corazón late en la permanencia de vuestros propios corazones, porque es Mi Corazón un “Rocío de Amor” que cae constantemente en la tierra, aún movido por el viento y pisoteado por los hombres, permanece porque Mi Corazón se vacía de Amor para daros la Gracia cada vez que proclamáis vuestro dolor por el pecado; por ello, Os llamo en esta Aurora, para mostraros Mi Corazón Dolido que Os espera en la Reconciliación del Amor.
Os digo hijos, en vuestra pequeñez y miseria, se Glorifica la “Cruz de Mi Amor”, porque es Mi Dolor vuestra enmienda, más vuestro corazón que se sacia de las banalidades del mundo, esta, llamado al encuentro del “Verdadero Amor”, en el despojo de vuestros vicios, en la renuncia de vuestras pasiones, en el desapego de vuestros apegos, en la restauración de vuestras heridas, en el perdón de vuestros propios dolores, en el abandono de vuestras susceptibilidades.
El llamado al encuentro, está en lo profundo de vuestros corazones, en dónde Mi Dolor se posa en vosotros, porque el Dolor de la Cruz permanece latente y palpitante en vuestros corazones, esperando la Victoria de la Cruz sobre vuestros pecados; es allí, en lo profundo de vuestras almas, en dónde Mi Corazón Os Espera, en la Agonía de un Amor insondable, “Venid Benditos de Mi Padre que Yo Os aliviaré”, “Venid a Mí, los que están cansados y agobiados”, “Venid al encuentro del Amor”, y replicaré con la inmensidad de Mi Único y Propio Amor:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, porque Soy Yo mismo la Expiación de vuestros corazones ante el Dolor de Mi Padre, Soy Yo vuestro restaurador, vuestro Alfarero para haceros de nuevo, Soy Yo la Ofrenda, vuestro Propio Dios, Soy Yo vuestro Redentor, Soy vuestro Único Salvador, porque en vuestra ruina, Mi Cruz se levanta y vuestro corazón se forja en medio del dolor, en la necesidad de un llamado a gritos que Os inquieta y que solo quiere otorgaros la Paz de Mi Propio Amor; por ello Os dice: “Venid a Mi Encuentro y Reconciliaos con Mi Amor y “Hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”.
Mirad Hijos Míos, ¡Cuanto está preparado para vosotros!, y aun así despreciáis Mi Corazón;
Oh Hijos de Mi Amor, ¿Cuántos caminos queréis recorrer?, si solo uno Os lleva al Reino de Mi Amor,
¿Cuántos encuentros esperáis?, si solo el encuentro con la Cruz Os dará las armas, para la “Victoria” de vuestros corazones,
¿Cuántos despojos y dolores esperáis? Si solo Mi Dolor enmienda al Padre, ¿Cuántos pensamientos?, ¿Cuántos anhelos?, si solo debo ser Yo vuestro pensamiento y anhelo.
Oh Hijos Míos, ¡Cuanto Os Ama Mi Corazón!, y aún vuestro corazón permanece enceguecido, adormecido, abrumado por el mundo, aun aletargado, adolorido, sordo y mudo a Mi llamado; Oh hijos Míos, acudid al Corazón de Mi Madre, que es vuestra Madre, para que sea formado vuestro corazón, acoged Su Seno de Amor, que es el Aposento de Mi Propia Encarnación, abrazad Su Amor, porque en Ella Mi Amor late, En Ella Mi Amor Crece y en Ella Mi Amor se complace con todas las Gracias de la Divinidad, en la complacencia del Padre, que ha querido daros una verdadera Madre; por ello, apresuraros hijos Míos, mirad que el tiempo es poco, la mies mucha y los obreros escasos.
Venid prontamente, para que no sintáis Mi Dolor por la pérdida de tantas almas, mirad que el tiempo es ahora y Mi Corazón no quiere que Os desprendáis de Mi Amor; este es el hoy, recordad Mi Cruz de Amor replicando: “Dios Mío, Dios Mío, porque me has abandonado”, y entonces, escucharéis el rechinar de dientes y vuestro corazón padecerá y sufrirá y Mi Corazón replicara de nuevo “Tengo Sed” y vuestro corazón comprenderá que Mi Sed, solo se sacia con almas, solo se sacia con corazones amantes, humillados a Mi Amor, y allí se sumergirá el pecado y resurgirá la vida en la plenitud de la Creación, en la plenitud de la Divinidad, en la plenitud del Reino Eucarístico de Mi Amor y todo estará consumado en las almas, para entregar al Padre Mi Espíritu, con el vuestro hijos Míos.
Oh Hijos Míos, es necesario acudir al rebaño, porque Yo Soy vuestro Pastor, que Os espera y Os Recibe con los brazos abiertos, para cuidar con inconcebible Amor vuestro corazón. Os Amo, Os Ansío y Os llevo pacientemente en Mi Corazón, sois todos juntos el anhelo de Mi Corazón.
Hija Mía, acompañad Mi Amor junto al Amor de Mi Madre, sed dócil a Mi Amor, latente a Mi Voz y pronta al encuentro, Os reconforta así Mi Corazón. Os dejo en la Paz de Mi Amor, en la Paz de Mi Corazón. 5:40 am