Mensaje del 11 de abril de 2016. 3:38 am

Escribe hijita; en esta Aurora del amor de nuestro encuentro, quiero decirte que tu Alma reposa en Mi Corazón esperando con Amor recibas las Palabas de Mi Corazón cada día; en la obediencia y en la entrega se posa tu Corazón.

No importan las palabras de desconcierto de los hombres o la incredulidad en el Amor; todo lo que se te ha permitido es Obra del Amor del Padre y tu continuarás siendo guiada por Mi Propia Mano, en esta obra de la Misericordia por los pecadores en el mundo; mantén firme la mirada en Mi Cruz, en Mi Resurrección, en la fuente del Espíritu y en la segunda Venida de Mi Amor.

En el Alba de este nuevo día como te he mostrado, quiero que me acompañes en la oración por todas las Almas que mueren a diario y por las cuales muchas veces nadie eleva una plegaria, así como por todas aquellas que se mueren negando la existencia de Mi Amor, orad hijita, por las que proclaman Mi Nombre y me conocen y aun así sucumben en el desamor, orad por la Misericordia en las muertes violentas, en las muertes por accidentes, en las muertes por traición, orad por todos aquellos que sucumben ante el flagelo del suicidio y orad también por aquellos que se inmolan y se ofrecen en sacrificio en las manos del engañador.

La muerte hijita, es el paso del Amor de la Vida Terrenal al Amor de la Vida Celestial en la Divinidad del Amor de Mi Padre Eterno y todos debéis estar preparados; cada instante de la vida del hombre es un instante de preparación para la muerte; porque vivís tan dormidos en la preparación de este encuentro en vuestras vidas; recordad hijita, vuestra lámpara siempre encendida, en obediencia y oblación en las Manos del Padre Celestial; existen tantos por quienes nadie eleva una plegaria y no sabéis cuánto carecen de ésta Misericordia de oración en intercesión por sus propios hermanos; que insensibles y distantes viven vuestros corazones hombres, del verdadero Amor al prójimo; sed caritativos en la súplica por vuestros propios hermanos; ayer te hablé de Mi Iglesia hijita y habéis escuchado por Mi Siervo que cada uno de vosotros es Templo de Mi Amor y de la Comunidad de Mi Iglesia; donde está el Amor que me profesan los hombres en cada Templo, en el que promulgáis habito Yo; donde está el Amor de cada hombre que es parte del Cuerpo Místico de la Iglesia, de Mi Iglesia, si ni siquiera Os duele el dolor de los demás; donde está el Amor del hombre egoísta que dedica su vida a pensar en sí mismo, sin compartir la Misericordia del Amor; dónde está el Amor por vuestros propios hermanos; dónde está el Amor que Os deje como ejemplo; si camináis fijándoos en las banalidades del mundo egoísta, individualista y cruel que el engañador Os ha forjado; dónde está vuestro verdadero Amor.

Clamad hijita, porque los habitantes del Mundo aprendan a valorar y a conocer el Amor Verdadero, antes de su propia Muerte, porque la devastación de su corazón una vez pasan de la Vida a la Muerte no tiene comparación, ni en el dolor, ni en el arrepentimiento, ni en la vergüenza del Alma; unid hijita tu oración a la de Mi Adorada y Tierna Madre, porque Ella es vuestra abogada en las horas del dolor y siempre intercede por cada corazón. 4:04 a.m.