Mensaje del 10 de mayo de 2016. 3:33 am

Escribe hijita mía, en esta Aurora de Amor, una vez más Mi Corazón esta triste, desde la ¿soledad de Mis Sagrarios y en ésta víspera del Amor en el Espíritu Santo, quiero mi niña que entendías y escribías mi Quinta Plegaria en la obra del Amor de la humanidad; la cual es la que más dolor causa a Mi Corazón.

En vuestras manos has sentido dolor hijita, como todo el dolor de tu cuerpo esta noche, pues bien mi niña, el dolor de vuestras manos es señal del dolor de mis llagas que sangran cada vez que Mi Cuerpo precioso en el Pan y el Vino es ultrajado y maltratado; cada vez que Mi Santo Sacramento no es honrado como se merece vuestro Dios.

He dicho a todos los hombres, ante el nombre del Señor toda rodilla se doble en el Cielo y en la Tierra, por la Gloria del Amor Sacramentado del Padre en el Hijo y en el Espíritu Santo; recordad mi niña, esta premisa del Amor.

Por ello hijita, quiero que eleves esta quinta plegaria a los brazos de Mi Madre Tierna María quien custodia con tanto Amor los dolores de Mi Cuerpo y de Mi Corazón; dirás ante su presencia hijita:

“Oh Madre Dolorosa, que con tus lágrimas de Amor has enjugado el Cuerpo Sacrosanto de Tu Amadísimo Hijo Jesús, te suplicamos Tu intercesión ante la Santísima Trinidad, por todos nuestros pecados en el Ultraje, Irrespeto, Insolencia, y Desobediencia en contra del Cuerpo y la Sangre del Cordero Inmolado, que tantas veces y tan repetidas ocasiones hemos despreciado con nuestra falta de Atención, de Contemplación, de Adoración y Admiración, no solo en el Altar, sino en las celebraciones Eucarísticas de las que somos participes y en las exposiciones del Santísimo en el mundo entero.

Piedad, Oh Madre nuestra, en la plegaria que por la Sangre Bendita del Cordero te elevamos, para que todos los hombres entiendan y aprendan bajo la acción del Espíritu Santo, que la Magnificencia y Omnipotencia del Amor del padre está expuesto, reflejado y depositado en la Gloria de la Entrega del Cordero en el Cuerpo y la Sangre de Jesús, a quien te suplicamos nos enseñes a venerar y a custodia en nuestro Corazón.

Madre Mía, Esperanza Mía, Abogada del Amor, en unión a los Ángeles y Santos del Cielo, a todos los Coros Celestiales, te pedimos Perdón por el Crimen cometido a diario en la tierra en millones de instantes que el Cordero en su Cuerpo y Sangre es Ultrajado, Humillado, Pisoteado, Despreciado, Irrespetado y No Adorado.

La Bondad y Humildad vuestra Oh Madre Dolorosa, nos enseñe a doblegarnos ante la presencia Salvadora y Redentora del Amor del Padre y en la exaltación del Hijo del Hombre hecho Dios para nuestra Salvación. Te lo imploramos Oh Madre por la obra del Amor, Amén”.

Reparad hijita constantemente por éste flagelo, que tanto dolor causa a Mi Corazón; suplicad que el Espíritu Santo descienda sobre vosotros para que otorgue los dones del Amor que necesitáis para entender la magnificencia del Amor de Dios en el Cuerpo y la Sangre del Señor, representados en el Pan y el Vino en cada Consagración y la Adoración y Exaltación que debéis brindar al Rey del Amor, Coronado con Victoria por vuestra propia Redención.

Acompañadme hijita y contemplad también esta plegaria todos los días en la oración del Amor de tu corazón; entregadme con Amor cada día tu compañía y ofreced reparación por este inmenso dolor de Mi Corazón, entregádmelo junto a Mi Madre cada instante en que también sufra vuestro Corazón. 4:01 am