Escribe hijita, debes entender Mi niña, que tú has sido llamada para reparar tantos y tantos desprecios de la humanidad; por ello, debes apresurarte en la oración por el mundo ante las calamidades y catástrofes.
En esta aurora te he mostrado la advertencia de los desastres que causara el agua, en muchos pueblos del mundo; tú, no has sido llamada para conocer lugares o tiempos específicos de los cuales debas anunciar, pero si has sido llamada para orar por el padecer de muchos pueblos, porque grandes pruebas recibirán por inundaciones, por tenebrosas tempestades, por caudales infernales de agua y hasta por escases.
Te he llamado a orar Mi niña, porque, aunque en el corazón de muchas personas sienten el llamado al Amor y la inquietud del corazón; muchos otros no lo sienten, y perecen con sus almas sin preparación; estad todos vigilantes hijos Míos, estad atentos al Amor, que la vida de vosotros es tan corta. Estad atentos a las señales del Cielo y de la Tierra, que nada se obra sin la Voluntad de Mi Padre, apresuraos hijitos en la oración de súplica por la Misericordia, ante los castigos que merecen vuestras culpas.
La tierra y el pecado claman justicia, y la justicia llegará; pedid Misericordia y entregad vuestras vidas a Mis Sagrados Corazones en Jesús y María; sed propicia hija Mía en la oración y velad por el Amor, velad en oración por toda la humanidad, para que el día y la hora No Os tome por sorpresa y sucumbáis ante la prueba, velad Mi niña por el Amor, con el Amor y en el Amor. 3:50 am.