Escribe niña Mía.
Cuanto dolor hay en Mi Corazón, por las iniquidades que a diario están cometiendo en el mundo los hombres; ¿Cuántas lágrimas de Sangre, queréis que Os derrame más por vosotros?. Ay de su suerte, almas infieles que profanáis Mis Altares, y entregáis a los espíritus del maligno la oportunidad de ultrajar, burlar e irrespetar Mi Sagrado Cuerpo y Mi Sangre y Mi Santa e Inigualable Presencia en el Altar.
En esta aurora hijita, he querido compartir una vez más contigo, el dolor, no solo de Mi Cuerpo, porque ese dolor es soportable, sino el dolor en tu alma, en tu corazón, por las ofensas tan atroces que cometéis los hombres en Mis templos; el recinto del Amor de la Iglesia. Pobres Siervos al servicio de Dios, que lleváis por el camino de la perdición a Mi Pueblo, cuanto sufriréis; no habéis entendido cuán Sagrado es el Altar, en el que reposa todo Mi Ser, Alma, Cuerpo, Sangre y Divinidad; ¿Dónde está vuestro corazón?; petrificado en la podredumbre de satanás; Os he advertido, el mundo está minado de demonios y vosotros vais como borregos al matadero del infierno, dejando ensuciar vuestro corazón.
Hijita, prepara tu corazón, porque el dolor crecerá, el hombre en su corrupción se está condenado tan fácilmente; las artimañas del enemigo se burlan de la carne, se han convertido en esclavos vivientes del enemigo y vuestras almas están negras ante Mi Presencia. Hombres vanidosos que han perdido el respeto por las leyes Sagradas, instituidas por Mi Propio Corazón; la profanación de Mis templos, es la misma que hacéis en vuestros corazones a Mi Sagrado Cuerpo y Sangre, y Yo, Os desprecio por vuestro actuar.
La Sangre de Mi Corazón, se derramará sobre los profanadores, quemando sus almas por rebajarse al nivel del infierno, a ultrajar Mi Propia Presencia, Mi Sacratísimo Corazón; sigue siendo tu hijita, fuente de oración en la reparación del dolor que la humanidad no reconoce, y que día tras día les lleva a la perdición; perseverad en la oración Mi Niña, que Mi Corazón junto al Corazón de Mi Madre, esta desolado, triste y sufriente, por tantos sacrilegios de los hombres al Cuerpo Místico de Dios, y cada día Nuestros Corazones Se Hieren con el desprecio y las actitudes demoniacas que depositan en Mis Altares, en Mis Conventos, en Mis Comunidades, en Mis Aposentos, en Mi Propio Corazón.
Hijita, orad con clemencia, porque el castigo por estos crímenes Sagrados, será ejecutado para que veáis la Gloria, el Respeto y Adoración, que merece el Padre, y para que sintáis vuestra pequeñez ante el Creador; vosotros seguís viviendo del mundo, y las apariencias de vuestras vidas, son las vanaglorias de satanás; y por ello, el mundo camina hacia la condenación eterna, muy pocas serán las almas que poblaran la tierra después de la purificación, la severidad de Mi Padre quemara vuestro corazón.
Acompañadme en esta aurora niña Mía, en la oración reparadora, ante todos los templos sagrados y tabernáculos de Mi Corazón, por todas las ofensas, los ultrajes, maltratos, irrespetos, desprecios e iniquidades causado por mis siervos y por todos los hombres ante Mi Sacratísimo Cuerpo y Sangre.
Pedid perdón por todos en la humanidad hijita, reparad, reparad, reparad, que Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre se consumen de Dolor, Nuestro Dolor recibe los ultrajes y Sangran entonces Nuestros Corazones, pero Nuestro Dolor conoce lo que Os espera y entonces Sangra tres veces más Nuestro Corazón. Pobres almas, pobre vuestro corazón. 4:20 am