Mensaje del 09 de Marzo de 2016 3:42 am

Escribe hijita, las advertencias que te he dado en sueños sobre la hora de encuentro para dar un aviso al mundo están dotadas de la Misericordia de Mí Amor, solo para recalcar que deben volver al Amor.

Ya Os dije hijita, estas son las últimas señales del Aviso al mundo por el castigo y el desatamiento de la tempestad. Vendrá pronto, los países del Medio Oriente y Asia deben cesar los ataques a Mi Corazón con la despiadada masacre de tantas vidas inocentes.

La Unión Soviética busca la guerra, la guerra de mayor destrucción en el mundo; orad hijita,  el mensaje es por la Misericordia del Amor del hombre que ya no quiere prevalecer en el corazón de los seres humanos. La destrucción del Amor en las Almas  es  la que trayendo la desgracia sobre la destrucción de la Tierra.

Yo os advierto hijita de Mi Corazón,  se aproximan tiempos de mucha destrucción, clamad al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo Misericordia y Clemencia; la fatiga del Amor está en las lágrimas de Sangre de Mi pisoteado Corazón; pareciese que la humanidad no tuviese corazón. Que doloroso horror viviréis hijitos de Mi Corazón.

Por favor Os ruego no perdáis un minuto de clamor por la súplica de Piedad en la Purificación del Mundo,  porque vosotros ni siquiera imagináis lo que vendrá, no cabe en las conciencias humanas tanto dolor; suplicad que la ira de Mi Padre no se desate con toda la fuerza de Su Amor para vuestra corrección y reparación en la Creación, porque  no lo resistiríais.

Velad en oración hijita, velad con amor porque los pecados del mundo son tantos que si pagarais como merecen vuestras culpas toda la Tierra desaparecía. Mi madre Os ha advertido tanto,  y sus ruegos tampoco son escuchados.

Oh pueblos indómitos habidos de soberbia y de revelación a la creación del Amor de Dios, la mano de Mi Padre es justa y aún no has visto su severidad.

Hijita acompañadme en esta noche de agonía por el castigo y orad conmigo por la intercesión de Mi Madre Inmaculada ante el Padre Celestial; Ella y Yo Somos Corredentores en la súplica del Amor por el más grande Amor; porqué Tierra entera no nos escucháis, no sabéis cuánto hieren nuestros corazones,  que sólo esperan Amor por Vosotros.

Hijita la inconciencia, la desesperación de poder, el odio, la violencia, la posesión de bienes y riquezas está carcomiendo las conciencias del hombre que gobierna las naciones, satanás ha invadido con su mundanidad y el hombre ya no tiene límites para la destrucción.

Que ciegos estáis; pobres Almas atrapadas en las garras de la condenación eterna.  No os basta el pecado de vuestras impurezas y os mancháis vuestras manos de la sangre sin importar la súplica de piedad de tantos de vuestros hermanos; ¿Acaso se acabó la clemencia de vuestros corazones?, ¡Porque no seréis capaces de resistir que la Clemencia del Padre se agote! Velad conmigo hijita, velad en la súplica de la Misericordia. 4:10 a.m.