Mensaje del 06 de Febrero de 2016 3:18 am

Hija de Mi Corazón, tomad en tus manos la palabra para proclamar siempre la verdad, ya Os exhorte a amarla, respetarla y pedir sabiduría y entendimiento para conocer los designios de Mi Padre cuando pasó Su aliento sobre ella; ahora Os exhorto a contempladla, como debéis contemplarme a Mí en cada hora del día en la que en todos los lugares del mundo celebran la Santa Eucaristía.

Debéis vivir uniéndote a la oración universal de Mi Corazón; por ello cada día, cada hora recordadme, a cada instante y contempladme desde donde tu corazón se encuentre.

No dejes de decirme , Jesús en Ti Confío; porque debéis saber que Mi Padre se inspiró en esta palabra para sentir vuestra firme compañía en la confianza y convicción del único y verdadero Amor. Aprended entonces a contemplar la palabra y aprended a contemplarme en el diario vivir de tu corazón.

No soy Yo quien Os abandona, Yo Soy la fiel espera de la Resurrección y por ello cada día estoy a la espera de vuestra entrega. La entrega es la fuente de la donación que Mi Padre anhela en vuestras Almas, por ello Mi paciencia domina las ironías y el dolor que me causáis cada día los habitantes del mundo con los desaires y el desamor.

Entonces tú con Mis elegidos contempladme y mantened la oración de entrega por las almas que aún no conocen Mi Amor y por todas aquellas que necesitan de Mí.

Debéis ser perseverantes, no claudicar nunca en vuestra intención para que siempre vuestras acciones sean escuchadas en el sendero del Cielo y nos unamos en voz clemente a los pies de Mi Padre Amado. Contemplad vuestras almas en la soledad y veréis como sufren, aunque tú no lo sintáis mientras ellas están sin Mí.

Ellas claman a gritos en la divinidad espiritual de Su creación, pero vosotros no podéis escucharlas y no entendéis el misterio de la Divinidad en la creación del hombre. Os pido en esta noche aprendáis a reconocer cómo vuestra alma se regocija en Mí cuando permanecemos unidos en el Amor y me recibes en la Eucaristía.

Ángela, el mundo gota a gota se apaga por ésta desolación Eucarística; por ello necesitamos más almas reparadoras. Clamad al Padre con incesante intención y Amor por la conversión de las almas.

Existe tanta tibieza en tantos de Mis colaboradores que fácilmente doblegan su propia voluntad a los delitos del mundo. Qué pobres y tristes servidores, cuánto dolor por su condenación; cómo entregáis vuestras manos a Mí y luego ignoráis y devastáis el regalo más preciado del Padre en la Tierra.

Velad ante Dios Padre por ellos, y clamad santidad para el pueblo Sacerdotal que aún siguen dándome la espalda y desanimando Mi Corazón. Clamad por aquellos que en su entrega total mantienen firma su fe y sus manos siguen siendo puras ante Mi Altar, el Sagrario del Amor espera por ellos cuando aún no han sucumbido ante los placeres del mundo.

Orad por la conversión de Mi pueblo Sacerdotal para que las insidias del enemigo no tengan fuerza en la devastación de la Iglesia. Ya Os has visto cómo la Iglesia se desangra por desamor , entonces recompensad en algo Mi Corazón y orad por su Salvación.

Entended que esta iglesia se fundamenta en Mí, en la Palabra, en la Verdad, en el Amor, Yo Soy su resplandor pero fue edificada sobre un hombre y vosotros sois débiles, humanamente débiles si no estáis conmigo; si vuestros corazones me apartáis nunca sostendrán Mi Iglesia.

Sed firmes y perseverantes en la oración por todos los hombres y mujeres que proclamáis pertenecer y vivir en la iglesia; porque la tibieza es detestable para Mí y para Mi Padre y los tiempos que se aproximan dominarán con más facilidad la tibieza de esos corazones. Mi Padre no espera corazones tibios, éstos corazones son vomitados por el Amor y no permanecerán ante la presencia de Mi Padre.

Volver al antepasado desde la creación; es el secreto en la contemplación que pide Mi Padre hoy; cuando entendáis que el mundo dio su espalda a DIOS desde la soberbia y la desobediencia, y por ello lo que habéis visto en la historia que ha sido gesto de respeto por Mi Padre y reparación debéis pedirlo para que la Iglesia se sostenga.

Así que mantened en vela por los servidores sacerdotales de Mi Padre en el Universo entero y clamad por su fe, por su entrega, por su permanencia en la unión con el Espíritu Santo, por su veneración a la Santísima Trinidad y por su unidad a la Gloria Eterna de Mi Amadísima Madre.

Sed entonces fieles en la oración y acompañadme en la súplica del regreso porque este tiempo está perdido y no encontrareis nuevas sendas hasta la purificación, pero las Almas deben salvarse y permanecer y sólo se mantendrán las almas hinchadas de Amor, fieles a los mandatos de Mi Padre y firmes ante la fuerza de Mi Corazón.

Hoy quiero hija Mía ofrezcáis también estas intenciones de Amor en esta prueba de reparación; acompañad y contemplad Mi dolor porque Mi cuerpo sangra en la desolación de muchos de Mis siervos en la Tierra. Clamad a la Santísima Trinidad la recuperación de la unidad en Cristo para la Iglesia en todo Su pueblo Sacerdotal.

Entended Mis palabras y velad, si tan sólo supieras cuantas almas sacerdotales se condenan , entenderíais el dolor y sufrimiento de Mi Corazón porque vosotros no podéis ver la Unción y el Espíritu dotado en sus manos para el servicio del Padre y cómo en estas almas condenadas se despreció el don más grande del Amor de Dios. Oh pobres, tristes y desoladas Almas, incesantes claman desde las profundidades y aún con más desprecio las silencia Mi Padre unido a Mi Amor. No dejes de orar por los que aún pueden convertirse y volver a Mis brazos para reparar en ello la pureza del alma y la entrega dócil de sus corazones. Sed fieles en la súplica, el tiempo es corto. 4:13 am