Mensaje del 05 de Marzo de 2016 Sexta Palabra en la Cruz 3:39 am

Escribe hijita, tal como te he dicho en esta madrugada, los designios de Mí corazón son obrados con amor en el tiempo del Amor, los dolores que he permitido en ti siempre están allí solo que Yo permito se apacigüen para tu descanso porque la hora no ha llegado hijita el tiempo de DIOS no es el tiempo del hombre, nada se mueve sin la Voluntad del Padre; mientras tanto mantente despierta y vigilante que el tentador te ronda y quiere perturbarte, se fiel hijita en la entrega y constante en la oración y confía plenamente en Mí, que la obra del Amor esta puesta en esta prueba y se cumplirá en ella la voluntad de Mí Padre Amado según los deseos de Mí Corazón en la unidad del Espíritu Santo.

Quiero hijita que esta noche me acompañes en el dolor de Mi Corazón por la indiferencia por la incomprensión y la ausencia de la justicia en el actuar de cada día; por todas las almas que pasan la vida maltratando al otro sin pensar en Mí, por todas las almas que aun viviendo el dolor pasan de largo sin ni siquiera pensar en brindar una voz de aliento, por todas las almas que abusan del hermano y se aprovechan de las debilidades y fragilidades humanas de otros, por todas las almas que actúan injustamente hacia sus hermanos como lo hicieron conmigo en el camino de la cruz.

Yo fui la presa de la indiferencia, fui la presa de la burla y la opresión, fui la presa de la blasfemia y el juzgamiento, fui la presa del desprecio y del desamor, fui la presa de la injusticia y la crueldad, fui la presa del odio de satanás en el hombre,  hasta el ultraje más atroz del castigo por el pecado; y mirad de descarga de la ira de mi Padre sobre Mí derramando en Mí la Sangre del pecado del mundo Entero y aun así no Os ha bastado el desamor y seguís cada día triplicando mi dolor con el mismo desprecio y opresión en el hermano. Cuando entenderéis que lo que hagáis con el hermano lo hacéis conmigo; entended que en todo hombre habita la gracia del Amor de Dios por su creación; ningún ser llega a este mundo sin la concepción de esta gracia, pero son vuestros pecados y cargas, vuestra debilidad en la fe y en el Espíritu; vuestra negligencia y testarudez las que permiten con su fragilidad hacia el pecado que se contaminan tantas almas; y a pesar de haber visto el sufrimiento del camino de la Cruz pasan de largo por la vida produciendo con vuestros actos el mismo dolor en Mí cada día de vuestras vidas.

Hasta cuándo hijitos, hasta cuándo doblegaréis vuestros corazones para la obra de Mí Amor. Hasta cuando entenderéis que Mí Padre Os ama hasta el extremo porque me donó para el sufrimiento por la Salvación de vuestras almas. No seáis tan insensatos y venid conmigo en pos de Mi Cruz. Mirad que el castigo eterno por la indiferencia del amor hacia el más grande Amor es el desprecio de Mí Padre en la Eternidad de la desolación.

Yo soy su Hijo donado para la entrega, el perdón y la salvación en restauración del pecado del mundo y en la gloria de la Resurrección, pero si me despreciáis a Mí,  Cordero Manso y humilde de Corazón,  Mi Padre os despreciará en el Reino de su Infinito Amor; y si despreciáis al hermano también lo hacéis conmigo y estáis forjando el rechazo de Mí Amor.

Por favor hijitos,  volved a la sencillez del Amor en la entrega desinteresada de la Caridad y la donación al servicio de las almas tan necesitadas de Mí Amor; doblegaos ante el dolor del otro y suplicad compasión para la conversión y para la liberación de los tormentos de tantas almas que padecen este cáncer de la indiferencia e incomprensión impartiendo su justicia en toda la creación; cuan agobiado está el mundo por ésta tribulación, porque desde la noche de Mi Pasión en el monte de los olivos me habéis abandonado; porque aún en el camino de la Cruz me habéis injuriado y porque el misterio de la redención en la Gloria de la Resurrección también habéis despreciado; y cómo sois tan insensatos de multiplicar este flagelo cada día con vuestro comportamiento.

Hasta cuando hijitos hasta cuando,  si no Os vasto con Mí Padecimiento, si no Os vasto como el Padre castigó a su Hijo Amado, que esperáis entonces en castigo para vuestras almas; que insensatos sois; que duros y crueles castigos debéis soportar.

Volved hijos Míos, aún los espero en el Roció de Mí Amor, abridme vuestro corazón y tomad Mí Cruz para la reparación de vuestros pecados que no os tenga que decir hijitos “Todo está Consumado” sin la reparación de vuestras almas para la Salvación.

Manteneos en vela en la entrega del Amor para el otro; reparad con amor Mí dolor y donadlo con amor a vuestros hermanos. Escuchad hijitos tanto se os ha anunciado y pareceréis sordos al llamado del Amor.

Velad conmigo hijita por el flagelo de la injusticia en la indiferencia y la incomprensión, acompañadme en esta Aurora con tu oración y suplicad misericordia por la conversión; porque el Pecado carcome al mundo y ya va llegando la hora de la Purificación.

Orad desde lo más profundo de tu corazón, con el corazón contrito por tanto dolor en Mí Corazón,  porque esto sigue siendo el desprecio del Amor en la negación de la entrega de la Cruz por la Salvación. Clamad Piedad hijita, clamad con el Corazón. 4:31 a.m.